En una ajustada segunda vuelta, el candidato del Partido de los Trabajadores se impone con el 50,9% de los votos sobre Jair Bolsonaro, su rival del Partido Liberal, que obtiene el 49,1%.
Con un 99,97% de las urnas escrutadas, Luiz Inácio Lula da Silva es elegido para un tercer mandato presidencial al frente de Brasil. El candidato del Partido de los Trabajadores -que ya se había impuesto en sendas elecciones en 2002 y 2006- reune un total de 60.329.672 que lo ubican por encima de los 58.198.012 de Jair Bolsonaro, su rival político del Partido Liberal.
En una transmisión especial de Radio Futura, Gustavo Daniel Pescetta siguió el minuto a minuto de la elección, compartiendo el aire con diversos colaboradores emplazados tanto en Brasil como en Argentina que ofrecieron una cobertura del balotaje.
Ya desde las primeras horas de la tarde, Lucas Rafael Chianello, periodista integrante del Concejo Nacional e internacional de la Comunicación Popular Capítulo de Brasil, anticipaba las dificultades que le esperan a Lula luego de imponerse en esta segunda vuelta: “Tenemos que tener en mente que va a continuar la tensión, Lula tiene que tener una estrategia para gobernar en tiempos de tensión porque la extrema derecha va a hacer de todo para perjudicarlo”.
En vivo y en directo desde el lugar de los hechos, Chianello señala dos de los escenarios donde el pueblo brasileño deberá respaldar a su nuevo presidente para garantizar la gobernabilidad: “Se va a enfrentar a muchas dificultades en el Congreso, en el Senado hay muchos partidarios de Bolsonaro, se necesita movilización popular y presión en las calles para que se aprueben las reformas de Lula para Brasil”.
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Héctor Bernardo, docente de la Universidad Nacional de La Plata y colaborador de la Revista Contexto, advierte que la intención de Bolsonaro posiblemente sea no reconocer los resultados y propone seguir con atención el nivel de respaldo que pueda tener para animarse o no a plantear un desconocimiento formal.
“No tiene ninguna intención de respetar el juego democrático, él sigue una estrategia como la de (Donald) Trump que, ante la clara posibilidad de ser derrotado en las elecciones, tiende un manto de sospecha sobre el proceso electoral, sobre el sistema de votación, sobre el Tribunal Supremo Electoral, que son los mismos que lo hicieron presidente en 2018”, apunta Bernardo.
Siguiendo con su análisis comparativo entre el candidato del Partido Liberal y la figura del ex presidente estadounidense Donal Trump, el entrevistado señala que “esta estrategia puede derivar en hechos de violencia, recordemos que en el caso de Trump su desconocimiento del resultado electoral llevó a que un grupo de violentos que respondía a sus intereses tomaran el Capitolio, donde hubo un muerto, en un hecho inédito para la política norteamericana. Veremos hasta dónde se anima a jugarse con esta estrategia Bolsonaro”.
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En esa misma línea se apunta Bruno Lima Rocha, analista político enlazado desde Brasil, que elige mirar los resultados desde una perspectiva positiva al señalar que “la base electoral de Bolsonaro está muy radicalizada, pero más de la mitad del Congreso que lo apoya es tan corrupta y oligarca que siempre son Gobierno, los tres líderes políticos de Bolsonaro ya apoyaron a Lula y Dilma por tres gobiernos, esa gente opera como un cacicato político”.
A la hora de ofrecer pronostico politico, Lima Rocha se muestra optimista, deshecha el peligro de el Ejército saliendo a las calles y destaca la capacidad de Lula para operar un Gobierno de frente amplio: “En su campaña de balotaje a habido desde movimientos sin tierra de la izquierda reformista hasta banqueros neoliberales, la mitad del capital financiero lo está apoyando, por eso está la posibilidad concreta de hacer una limpieza en esta extrema derecha y volver a la vieja derecha oligárquica, bancaria, de la patria financiera, contratista, latifundista, pero sin la pavada ideológica”.
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Celia Medina, médica y militante social de Brasil, destaca el momento de firmeza que están atravesando las instituciones del país vecino, lo que dificultaría cualquier posible denuncia de fraude que pueda esgrimir el candidato derrotado: “Las fuerzas jurídicas del país están en un momento mejor, no estamos como ocurrió cuando le hicieron el golpe a Dilma, ahí las instituciones jurídicas estaban tomadas, ahora tenemos instituciones más fuertes y más decisivas, y también los propios correligionarios que están con Bolsonaro, si él tiene un problema con estas elecciones, va a tener problemas con sus gobernadores porque la elección es única”.
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