Desde el Tejido de Profesionales Indígenas presentaron un recurso de amparo para la re-formulación de las preguntas 23 y 24, luego de agotar instancias de audiencias con el Instituto de Estadísticas y Censo.
“Nosotros sabemos que tenemos el derecho a opinar, a proponer en la etapa pre-censal. Esto significa que en el diseño de cuestionario, la verificación de la cartografía, en el diseño de los materiales de comunicación, en la verificación de que el presupuesto esté bien ejecutado y todo esto fue un proceso que el INDEC no se manifestó a abrir”, advirtió Verónica Azpiroz Cleñan, politóloga mapuche y miembro del Tejido de Profesionales Indígenas. En este sentido, destacó que las preguntas de auto-conocimiento étnico y diversidad lingüística, integradas a las 62 preguntas del censo nacional de este año, fueron producto de la lucha y de la ocupación del espacio público por parte de las comunidades originarias organizadas.
En este marco, la agrupación presentó una medida cautelar en el foro federal para que se revisen las preguntas 23 y 24 que integran el cuestionario. Según manifestaron, en la primera se genera un invisibilización estadística a los 39 pueblos originarios que habitan el país ya que “tiene casilleros vacíos para que el censista complete, eso genera un error provocado porque los nombre de los pueblos originarios están castellanizados y se pueden escribir de muchas maneras”. Esto genera la necesidad de una limpieza manual de los datos, por lo cual “se demoran mucho en leerse. Pero, además, al no escribir el nombre de los pueblos originarios, están ocultándolos”, destacó la politóloga en comunicación con el Verano Prometido.
La pregunta 24, por su parte, corresponde a la diversidad lingüística, la cual “fue una propuesta que nosotros hicimos de modo de poder hacer una fotografía de la cantidad de lenguas de pueblos originarios que se hablan en Argentina, pero ligarndola a los derechos lingüísticos donde también incluimos la Lengua de Señas Argentina y también incluimos a la población migrante de la primera, segunda y tercera ola de migración en el país”, explicó Verónica. La amplitud de la pregunta se vio limitada a si la persona censada se percibe como indígena o no. Esto “reduce el nivel de calidad de respuesta, porque puede ser que una persona que no es indígena habla una lengua indígena”, así como también hay personas originarias que no hablan la lengua. “Entonces restringir esa respuesta solamente a aquellas personas que se reconocen parte de pueblos originarios va a generar un número como resultado mucho menor del que realmente es”. Las estadísticas, en este marco, “son muy importantes para lo que nosotros creemos que son los procesos de revitalización lingüística en aquellos casos de las lenguas que están en proceso de desaparición o retracción".
Las negociaciones pre-censales, comenzaron en 2018 durante la administración del ex presidente Mauricio Macri, donde no se dio lugar a los reclamos, sin embargo, la profesional señaló que la negativa desde el gobierno actual a aplicar el derecho de consulta libre, previa e informada que está garantizada en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, la cual obliga al estado a consultar sobre políticas públicas que afecten a pueblos originarios, “no tiene otro nombre que racismo institucional”.
En este sentido, destacó que la medida cautelar fue presentada con el apoyo del Colectivo de Investigadores en Lenguas y Pueblos Originarios, quienes aportaron informes técnicos, la CEPAL/CELADE y 19 áreas de Universidades Nacionales. No obstante, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas no interfirió ni se expidió sobre el asunto, así como tampoco llamó al concejo de representantes o emitió una consulta a las 1760 comunidades indígenas del país.
Las preguntas 23 y 24 son parte de la ampliación propuesta para el censo este año, constituyendo en parte un reconocimiento de las comunidades originarias del territorio nacional “porque hasta el momento en los censos anteriores, en el 2001 y en el 2010, la pregunta solo se aplicaba a muestras, no se la aplicaba a toda la población. En este punto avanzamos”, destacó Veronica. Sin embargo, “si bien sentimos que hemos ganado en el sentido de incluir la pregunta de las lenguas, esta no está bien formulada”.