Desde mediados de diciembre crecen los focos en todo el territorio debido a la sequía prolongada y la falta de lluvias.
Desde el 15 de diciembre la provincia de Corrientes se encuentra en emergencia ígnea por los diferentes focos que se presentaron en los distintos departamentos que la conforman. “Esto es una cosa total y absolutamente extraordinaria de magnitudes tremendas”, aseguró el jefe de defensa civil de la provincia, Eulogio Marquez, a propósito de las condiciones que que están permitiendo la propagación rápida del fuego: “Llevamos un año y medio de sequías, con lluvia muy por debajo de lo normal. Llegamos al mes de octubre, cuando comienza la temporada de lluvia fuerte, y no hemos tenido lluvias ni siquiera para decir que llovió el 40 o el 30%. (...) y los pronósticos lo siguen sosteniendo”.
En este sentido, señaló que a la sequía prolongada se le suma la baja en el caudal de ríos bañados provinciales, los cuales “algunos de ellos en este momento están cortados” por la falta de agua. En este marco, desde la Defensa Civil priorizan la preservación de la vida y de la vivienda ante la simultaneidad y avance de los focos.
Hace 10 días desde el Servicio Nacional de Manejo del Fuego del Ministerio de Ambiente nacional se enviaron dos aviones hidrantes y brigadas pertenecientes al Plan Nacional de Manejo del Fuego. Eulogio señaló en comunicación con El verano prometido, que las discusiones entre provincia y nación “ya es pasado, ahora tenemos que hablar de cómo vamos a seguir adelante y tenemos que seguir en forma conjunta”, en un marco donde “tenemos un poco más del 6% de la superficie provincial quemada”. Esto implica “un daño ecológico y económico, directo e indirecto” que impactará en la provincia a largo plazo.