El especialista en virología e integrante de la Red Argentina de Investigadores y Investigadoras en Salud, Juan Manuel Carballeda, dialogó con Radio Futura sobre la estrategia que combina vacunas de distintos laboratorios para alcanzar más rápido la inmunidad de la población ante el avance de la pandemia.
El gobierno nacional avanza con la campaña de vacunación contra el coronavirus y con la partida de 804.800 dosis de Sinopharm que llegaron en la madrugada del jueves superó los 50 millones de vacunas recibidas desde diciembre del año pasado. Según el Monitor Público de Vacunación, 27.606.176 recibieron una dosis y 13.355.013 dos.
El Ministerio de Salud de la Nación se propuso para el mes de agosto alcanzar con dos dosis al menos al 60% de la población mayor de 50 años. Desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, la ministra de Salud Carla Vizzotti aseguró que se superó el objetivo planteado y que el próximo paso es “alcanzar las 7 millones de segundas dosis durante agosto”.
Una de las estrategias fue completar los esquemas de vacunación combinando vacunas. En Argentina, en este momento, las personas que recibieron la primera dosis de la Sputnik V tienen la posibilidad de aceptar, o no, una segunda dosis de AstraZeneca o Moderna. Mientras tanto, continúan los estudios para determinar si la combinación con Sinopharm también es posible.
En ese marco, el virólogo y Doctor egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Juan Manuel Carballeda, afirmó que la aplicación combinada de vacunas “está totalmente asegurada” e indicó que si bien, en general, “no tenemos tantos antecedentes de combinar vacunas, del calendario nacional a veces se combinan porque una dosis se da cuando hay disponibilidad de una marca y la segunda, u otra, se da cuando también hay disponibilidad”.
“En particular para el coronavirus es una estrategia interesante porque, muchas veces, las diferentes vacunas usan distintas estrategias para despertar la respuesta inmunológica”, agregó en comunicación con En Órbita.
El entrevistado repasó que en el Reino Unido “faltaba provisión de AstraZeneca. Entonces empezaron a completar los esquemas con la vacuna de Pfizer. Y acá pasó algo similar con el segundo componente de Sputnik, que es más difícil de producir”.
Previamente, en el país británico “hubo muchísima evidencia respecto a la combinación AstraZeneca-Pfizer, que es muy similar en la que se da acá con Sputnik y Moderna”, continuó Carballeda. Y completó: “Una vacuna basada en adenovirus, como son Sputnik V o AstraZeneca, y una vacuna basada a ARN, que es simplemente un pedacito de información genética, como son Pfizer y Moderna”.
“Es una estrategia que está dando muy buenos resultados en todo el mundo”, enfatizó el integrante de la Red Argentina de Investigadores e Investigadoras en Salud.
Por otro lado, remarcó que la propia Sputnik V, desarrollada por el Instituto Gamaleya en Rusia, es una vacuna combinada “porque el componente 1 y 2 son diferentes entre sí”. Y aclaró: “Eso trae los problemas en la producción porque un componente es más difícil de producir que otro”.
Ante una posible circulación comunitaria de la variante Delta, mucho más contagiosa que el virus original, el especialista e integrante de El Gato y la Caja aseguró que “está demostrado que dos dosis (de vacunas combinadas) protegen muchísimo más que una”.
“Todos los datos que estamos teniendo de los esquemas combinados en estudios generados en nuestro país y en otros país son buenísimos. Incluso hasta muestran que la combinación puede ser mejor que el esquema original”, concluyó.
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