Con el lema "De la huerta urbana al trabajo rural” el proyecto promueve el uso de tierras fiscales ociosas, alimentación sana, y contempla una rentabilidad futura para las personas que decidan sumarse.
"Se lanza con varios objetivos, el lema de las 10 mil huertas tiene que ver con alimentación sana, empezamos este camino que cada familia quiera tener su huerta, desde el Estado y el movimiento se les facilita los recursos para que puede implementarla, con un monitoreo para asentarlos después al trabajo rural, que es a mayor escala donde pueda ser rentable, y podamos interferir en los precios de mercado que están altísimos", contó Javier Bureli, referente de La Dignidad Rural, rama rural del Movimiento Popular La Dignidad, en Los Mundos Posibles.
En ese sentido, destacó que "la idea es incentivar la buena salud, de la huerta urbana al trabajo rural, es todo un proceso largo, vamos a estar para asistirlos, con la premisa de que sea a futuro sea una actividad rentable".
"Cuando hablamos de soberanía alimentaria hablamos de empresariado también, hay un monopolio que es único hace años, y quieren que siga siendo de la misma manera, siempre tenemos el mismo estilo de capitalistas que hicieron un negocio rentable para ellos, pero perjudicial para todos nosotros. No puede ser que todo sea tan caro cuando lo tenés a 10 cuadras", explicó.
Sobre el uso de tierras, relató que "en La Plata tenemos seis hectáreas en Los Hornos esperando la primera cosecha, y en Arana hay compañeros que tiene ocho ya, porque el Estado tenía la costumbre de prestar los tractores, la semillas, pero hay personas que no sabían cómo trabajarlo, ahora hicimos al revés".
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