Un repaso por las voces de colegas que compartieron espacios de formación y trabajo con el célebre sociólogo que dirigió la Biblioteca Nacional y tuvo su paso por diferentes universidades del país.
A los 77 años, y tras casi un mes de internación por complicaciones derivadas del coronavirus, falleció Horacio González. El sociólogo, investigador, ex director de la Biblioteca Nacional y docente de las universidades nacionales de Buenos Aires, Rosario y La Plata, fue homenajeado en Los Mundos Posibles a través de una serie de entrevistas con amigos, alumnos y allegados a su persona.
Esteban Rodríguez Alzueta, docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, director del Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales y de la revista Cuestiones Criminales, destacó que “Horacio no tenía discípulos, te hablaba de igual a igual, no creo que haya dejado un lugar vacío, el multiplicó las voces, no nos deja solos”, puso especial énfasis en remarcar que el sociólogo “hizo de la conversación un método, una forma de cultura. Era gran polemista, no jugaba con chicanas. Siempre estaba dispuesto a asumir el error”, y que “sabía tomarse la cosa a ligera, era un gran ironista, de poner las cosas en el tiempo, estábamos siempre en el error, nadie tiene la verdad”.
“Todo el tiempo era mal interpretado, los tiempos de la tv y la radio cada vez son más veloces, no existe la paciencia para quienes tienen las conversaciones. Los medios reclaman una palabra certera, y Horacio llegaba a la palabra de forma prudente”, concluyó Rodríguez Alzueta, uno de los amigos cercanos a Horacio González.
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Christian Castillo, sociólogo, docente y dirigente Nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas en el Frente de Izquierda de los Trabajadores, recordó: “Lo conocí como alumno en la carrera de sociología de la UBA, siempre mantuvimos una buena relación, y él siempre se prestó para debatir, debatir con argumentos, fue uno de los intelectuales más destacados de Argentina”.
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Fernando Alfón, escritor y ensayista, doctorado en Historia en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata, sintetizó su vinculo con González, de quien fue alumno, al referir que el ex director de la Biblioteca Nacional les dio “una forma de ayudar a pensar, nos inspiró para hacer una vida intelectual, una vida de libros, él tuvo ese plus de convencernos que nosotros podíamos decir algo”.
Jerónimo Pinedo, Secretario de Extensión Universitaria y Profesor adjunto de Análisis de la sociedad argentina de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata rememoró que a Horacio “le interesaba mucho un tema que tiene que ver con la conspiración, curiosamente la conspiración es una forma de la oralidad”.
A la hora de brinda una definición sobre la importancia de la figura de Horacio González, Matías Manuele, integrante del Colectivo de Investigación y Acción Judicial, dijo: “La palabra que mas lo definía era el aula, no era tanto un profesor de cátedra, sino un profesor de aula. todos recordamos esas clases que eran una reflexión sobre los pensamientos sociales”
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La última en tomar la palabra fue Verónica Luna, editora de Decorados: apuntes para una historia social del cine argentino, libro compilado por González y Eduardo Rines, comentó que el principal atributo de Horacio era “escuchar, tener revoluciones, con sus alumnos, había una manera de compartir, enseñar, el libro Decorados tenía algo de eso”, y subrayó que “la experiencia de la Biblioteca Nacional fue muy profunda, y podría pensarse que lo digo como editora, lo que se hizo nos puede dejar indiferente. Esa biblioteca nos mostró que había una forma de articular con el Estado”.
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