La cantante, instrumentista y compositora habló sobre sus trabajos musicales y su participación en el poemario Camellia: Mujeres que toman té.
“La canción tiene la capacidad de denunciar, si hace falta denunciar, y dependiendo en boca y en manos de quien esté, es una herramienta muy importante”, aseguró Georgina Hassan. “La canción es muy necesaria y no solo en estos tiempos de pandemia y de tantos dolores políticos y sociales que tenemos alrededor”, completó la cantante, instrumentista y compositora en el aire de Cacodelphia.
Georgina Hassan tiene cuatro discos editados y en ellos conviven una cantidad enorme de artistas que han influenciado su música, diferentes tradiciones musicales atravesadas por historias y relatos anónimos. Al consultarla sobre los procesos de composición, aseguró no tener un sistema definido: “el momento de la composición es un tanto caótico”. “Siempre tengo la necesidad de volver sobre las historias de los ancestros, me gusta volver sobre las raíces, me gustan las historias anónimas, me parece que hay algo allí, muy nutritivo y muy necesario de saber. Es decir, la canción comienza a surgir cuando hay una necesidad de decir algo”.
Este domingo cerró el ciclo Cantautoras, que se transmitió desde el Café Vinilo. “Esa idea de juntar voces y compositoras, poéticas y búsquedas tan diversas me pareció hermosa. Porque es necesario reinventarse y encontrarnos al menos a distancia”, dijo. En este caso fue a través de “un concierto íntimo y en un formato en el cual comienzan a latir las canciones”; allí presentó las composiciones que formarán parte de su nuevo trabajo discográfico. “Hace ya un tiempo que hay un proyecto de disco nuevo, pero que, con toda esta situación de pandemia, se ha ido atrasando”, contó.
La compositora y cantautora porteña, comenzó sus estudios musicales a los 10 años. En 1994 se recibió de Maestra Nacional de Música en la Escuela Juan Pedro Esnaola. “Luego ingresé en la Escuela de Música de Avellaneda (EMPA), donde estudiar era una celebración, algo muy placentero (...) En ambas escuelas estudie cuando eran edificios muy ruinosos, sin comodidades y sin instrumentos y así y todo fue una experiencia maravillosa, muy rica por la que volvería a pasar mil veces”, detalló.
En la EMPA junto a otros músicos formó parte de Cenzontle, un grupo de folklore progresivo, “muy vanguardista para ese momento”, dijo. Compartía el grupo junto a Quintin Quintana, Ricardo Cánepa y Agustín Ronconi, músico fundador del grupo Arbolito y de Acido Criollo. “Con Agustín, siempre decimos que aprendimos a cantar juntos”, expresó. El multiinstrumentista editó en pandemia Músicas Mochileras, su primer trabajo solista, del cual Hassan, participa como invitada.
Además, fue convocada por la poeta Marisa Negri, para formar parte de Camellia: Mujeres que toman té, una antología poética recientemente editada por la Editorial Tanta Ceniza. “En ese libro hay unas poetas inmensas, que escriben sobre la ceremonia del té y las historias de las abuelas, y es por eso para mí un honor inmenso ser parte, porque tan solo me considero una escritora de canciones”, dijo sobre el poemario compuesto por 64 textos escritos por diferentes escritoras latinoamericanas.