Históricamente reconocido por el tenor de los talentos que germinó en materia de artes plásticas y música, el Instituto Torcuato Di Tella también tuvo un espacio dedicado a la experimentación teatral, con una no tan conocida troupe de artistas politizados. Kado Kostzer estuvo en el momento y el lugar indicado, convirtiendo sus memorias de época en libro.
Daniel Badenes, periodista, editor y docente de la Universidad Nacional de Quilmes, se enlazó vía telefónica con el aire de Los Mundos Posibles donde brindó una reseña de La generación Di Tella y otras intoxicaciones de Kado Kostzer, trabajo publicado en 2016 por Editorial Eudeba, libro de memorias donde el escritor y director de teatro se mete de lleno con el Centro de Experimentación Audiovisual, uno de los espacios menos reconocidos dentro de lo que fue el Instituto Torcuato Di Tella, que funcionó entre 1958 y 1971, experimentando su etapa de mayor auge durante la segunda mitad de los 60.
Para empezar, Badenes explicó que el título del libro responde a una curiosa anécdota situada en los albores del instituto: “El nombre viene a raíz de una obra que se hizo en el Di Tella llamada "Libertad y otras intoxicaciones", cuyo nombre surgió porque en su momento estaban en un bar preparándola y había un edicto policial colgado en la pared que se llamaba "Ebriedad y otras intoxicaciones”.
“Es un libro de memorias que recoge buena parte de la experiencia del conocido Instituto Torcuato Di Tella, un centro neurálgico de la sedimentación artística en los años 60, que desafío cánones y que a su vez era muy convocante para los sectores medios, y que se fundó a partir de la herencia de ese famoso industrial que fue creador del Siam Di Tella, sus hijos, una vez fallecido, crean este espacio que fue un espacio de modernización en distintos campos”, expresó el columnista a modo de síntesis.
A pesar de ser reconocido por su desarrolló en materia de artes plásticas, el recorte que hace el autor sobre el Di Tella va por otro lado: “Lo más conocido de esos años fue lo que pasaba en Florida 936, donde estaba la parte artística, y de eso, lo más conocido es el Centro de Artes Visuales que condujo (Jorge) Romero Brest, un Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales donde estaba (Alberto) Ginastera, y hubo también lo que se llamó Centro de Experimentación Audiovisual que era, centralmente, un teatro con experimentación de luces, de sonido, y lo que hace Kostzer en este libro es recuperar la experiencia de ese Centro de Experimentación Audiovisual”.
“El merito de este libro es poner el foco en un lugar poco conocido del Di Tella, que no es ni el Centro de Artes Visuales ni tampoco el de Estudios Musicales, Kostzer reconstruye la historia del Centro de Experimentación Audiovisual, trae un gran aporte ya que muchos de los artistas que formaban parte de este espacio se exiliaron durante la dictadura, fue una experiencia que queda en una diáspora que nunca fue reconstruida”, destacó Badenes al cierre de esta columna.
Escuchá/descargá la reseña completa: