Las masivas manifestaciones callejeras que se originaron a partir de la reforma tributaria, hoy formalmente declinada, no se detienen. A pesar de las denuncias contra las fuerzas de seguridad y los ataques paramilitares sobre la población, Cali permanece como uno de los centros neurálgicos de los reclamos.
Ana Erazo, dirigente de Ciudad en Movimiento y Concejala de Cali, se enlazó vía telefónica con el aire de Los Mundos Posibles donde compartió su mirada sobre la tradición neo-liberal de los gobiernos colombianos, el lugar que ocupa la ciudad de Cali en el mapa de la violencia estatal y los reclamos que movilizaron a todo un país contra el presidente Iván Duque.
En primer lugar, la Concejala describió la situación actual de represión en Cali, con numerosos bloqueos, enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, y un creciente desabastecimiento de alimentos y combustible, como “el laboratorio de ensayo uribista, una una situación donde además del excesivo uso de la fuerza pública se está sumando el paramilitarismo en la ciudad”.
“Todos los gobiernos de nuestro país han trabajado en función del modelo neoliberal, esto ha sido años y años, décadas de tener leyes y políticas que han venido degradando la calidad de vida que tenemos en Colombia, hoy es un país de casi 50 millones de habitantes donde 22 millones se encuentran en situación de pobreza extrema, lo que se ve reflejado en conflictos económicos, sociales y políticos, pero sobre todo en la calidad de vida que tenemos los colombianos”, explicó Erazo.
A la hora de ubicar a la ciudad de Cali en el complejo escenario de Colombia, la entrevistada expresó que “es una ciudad que ha venido presentando una situación de violencia estructural, nos catalogamos como la segunda ciudad más peligrosa de América Latina, esto es por varios motivos, el problema del cártel de narcotráfico en la década de los 80, hoy estamos en un momento en el que nuestra ciudad vive con solamente, 3,9 millones de pesos al año, la pandemia agudizó el conflicto social que teníamos, se perdieron más de 200.000 empleos que afectaron, sobre todo, a jóvenes y mujeres”.
Para Erazo, las manifestaciones representan la continuidad de un proceso que se inició el año pasado con el paro que se le planteó a Duque: “Lo que estamos viviendo en este momento frente a la movilización es una continuación del 21 de noviembre que fue una fecha en la que se empezó a trabajar en función de hacerle todas las reclamaciones habidas y por haber al Gobierno nacional, que tiene que ver con políticas, con temas ambientales, con todo lo que tiene que ver con nuestras calidades de vida, esas movilizaciones se vieron opacadas por la pandemia, pero con ocasión de la reforma tributaria se convoca a la movilización el 28 de abril fue tan grande la movilización que en todos los puntos de concentración decidieron sostener la movilización”.
“Veníamos teniendo una ciudad más politizada, mucho más anti-uribista, en la que había ganado Tetro en las elecciones, había ganado la Consulta Anti-Corrupción, había ganado el plebiscito y ya teníamos una connotación política muy anti-uribista, eso también se ve reflejado en lo que estamos viviendo hoy, Cali es el epicentro del paro nacional y es el epicentro de las violaciones de los derechos humanos y es la ciudad que pone el 80% de los muertos del país”, describió la Concejala al cierre de esta entrevista.
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