Es la segunda obra de la escritora platense Natalia Brandi y retoma vivencias de su trabajo en un Ministerio.
“El Ministerio es el punto de partida de la novela, porque en principio me gusta trabajar con los espacios que conozco, pero es el punto de partida y no el punto de llegada de la historia (...) La administración pública es un terreno súper fértil para contar historias, porque si tenés el ojo curioso, esas historias se cuentan solas”, contó la autora Natalia Brandi en Cacodelphia.
Editado por Mil Botellas, el libro “habla de la irrupción del deseo en un espacio de mucha apatía, límbico y anónimo y en la historia de una mujer que estaba tan aburrida como el trabajo que tenía”.
“En un mundo tan segmentado y donde van desapareciendo los espacios en común, en la administración pública nos seguimos encontrando todos, sin importar demasiado tus valores, ni lo que tengas ganas de hacer (...) Entonces me interesó descubrir hasta qué punto se puede establecer un vínculo, en ese espacio que muchas veces te lleva a un estado de frustración”, expresó.
“Lucrecia, quien anda por la vida con la impensada compañía de la música de Babasónicos, conoce a Herman quien despierta un deseo prohibido y revela su imposibilidad, medio laberíntica, casi burocrática, de vincularse. Esa misma dificultad que la protagonista encuentra en la casa, con sus hijos y con su marido”, explicó. En ese escenario surge un diálogo construido de cartas, correos electrónicos, fotos y mensajes. “Busqué entonces explorar como juegan las redes en esa no concreción corpórea, es decir en eso de no pasar al cuerpo lo que le estaba pasando y como con las nuevas tecnologías eso se facilita, ya que allí puede Lucrecia y Herman, quien tiene los mismos impedimentos para relacionarse, mediatizar sus deseos”, describió.
Natalia Brandi nació en 1971 en la ciudad de La Plata. Desde el año 2003 al 2006 participó de los talleres literarios dictados en la ciudad por la profesora María Marta Bibiloni. Hasta el 2009 asistió al taller de escritura narrativa en el Centro Cultural Borges. Fue alumna de Gabriela Bejerman y de Leopoldo Brizuela. Es egresada de la Carrera de Escritura Narrativa en Casa de Letras. Algunos de sus relatos fueron publicados en revistas como La Balandra, diario La Nación y en antologías de la ciudad. Es autora de la novela Puno. Llevó adelante Entreactos un taller de literatura y plástica en la Sala de Dialisis del Hospital de Niños de La Plata. Actualmente coordina talleres de lectura y narrativa.