La película escrita y dirigida por Ana Katz en 2015 se subtitula “una comedia preocupante” y aborda, desde el humor, maternidades tan agridulces como reales. Coproducida entre Argentina y Uruguay, Mi amiga del Parque nos sumerge en los vínculos del mundo con las madres y aquellos que gestan entre ellas mismas.
Liz (Julieta Zylberberg) es una flamante madre primeriza, recién mudada al barrio, y vive sola mientras su marido realiza documentales en la Patagonia. En el parque, cercano a su casa, conoce a Rosa (Ana Katz) y a Renata (Marciel Alvarez), hermanas que maternan a Clarisa, la hija de Renata. Casi presentado como un mundo paralelo, hermético entre “mamis” y algún que otro “papi”, Ana Katz nos introduce de lleno en el abanico de implicaciones que subyacen en la maternidad.
“El panorama que presenta Katz está muy atravesado por la cuestión de clase: mientras que Liz trabaja en publicidad, Rosa es una obrera de fábrica que completa su salario vendiendo pan relleno. Entonces vemos ahí claramente una diferencia de clase y una diferencia con el resto de las personas con las que ella se relaciona”, introdujo Victoria Scotto en el aire de Radio Futura y agregó: “ahí me parece que tenemos distintos perfiles de la maternidad: por un lado tenemos una maternidad deseada, en un marco casi institucional de clase. Por otro lado la maternidad de Liz, que es casi una maternidad soltera, una maternidad particularmente vulnerable; y después, por otro lado, está esta maternidad que tiene más el perfil de lo que sobrevive, resiste y pervive a pesar de las circunstancia adversas, que es la maternidad que podríamos llamar de alguna manera compartida entre Renata y Rosa”.
Para ver abordar esto, Victoria plantea tres puntos centrales que atraviesan la película: el primero, “es la relación de las madres que aparecen en la película con su propia autoestima, su propia forma de creer de cómo hay que maternar y la mirada del otro”, explicò. Esta mirada es ”muy juiciosa, donde todo el tiempo hay un discurso de que es notable, es notorio, es claro que vos no podes”, por eso “no podemos hablar de maternidades, sobre todo maternidades de una sola persona, haciéndose cargo de la situación en lo que usualmente se ve en nuestro país que son los hogares monoparentales, sin pensar en que todo el tiempo hay un ojo juicioso ahí. Realmente es una característica de la maternidad tener que fumarte que todo el mundo te diga como tenes que hacer las cosas”, remarcó la columnista. “En ese sentido, me parese que hay una critca feminista muy grande al constructo que tenemos socialmente las mujeres con respecto a que somos nuestra maternidad. En el momento en que una mujer se convierte en madre, su individualidad pasa a ser tremendamente juzgada en cómo materna” y esto la atraviesa directamente en su subjetividad.
El segundo eje que construye este mundo maternal es el vínculo que se genera entre Renata y Rosa. “Me parece que hay una cuestión de un vínculo particular” donde el personaje de Julieta Zylberberg toma un rol pasivo con respecto a sus amigas hasta que “por la invasión que percibe de estas personas, deja de habitar el lugar de la pasividad y empieza a generar una respuesta”. Es por eso que al ver el crecimiento de este personaje “podemos ver la transición de ella también hacia otra forma de habitar los vínculos”, contó Victoria. y agregó que “son situaciones muy complejas a las que se enfrentan mujeres de la película y que llevan adelante de manera muy particulares sin reducirlo a bueno o malo. No son maniqueos los personajes, no hay una visión en absoluto maniquea de las situaciones tampoco y, en ese sentido, me parece que no es para nada una película simplista ni llana”.
Por último, el tercer componente que trata la película es el universo del “malentendido”: “constantemente hay malentendidos que nos pasa viendo la película y me parece que eso despliega mucho la maestría de Katz porque nos demuestra que los vinculó no son tan sencillos, las personas cambia profundamente y tienen la posibilidad de salir de moldes prefijadas que, en definitiva, incluso en las situaciones en las que nos encontramos con figuras que atraviesa la maternidad con muchas dificultades, los personajes se sobreponen. Incluso en los contextos adversos y con la poca capacidad de decisión que pueden llegar a tener, finalmente deciden Incluso entre las pocas posibilidades que hay enfrente, deciden. Y esa decisión le llena la cara a Liz de una sonrisa después de verla llorar tanto”, concluyó.
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