La Ley de Salud Mental, a una década de su aprobación, propone un cambio paradigmático para el abordaje de padecimientos mentales, abordando la inclusión social, más allá de la mirada hegemónica médica o farmacológica, como fue históricamente.
Juan Pablo Banfi, acompañante terapéutico, pasó por el aire de Verano Prometido, en radio Futura, para explicar cómo está la normativa, que todavía no tiene la implementación ideal.
“La salud mental se empezó a visibilizar desde otra perspectiva, con otros paradigmas y la importancia de los derechos humanos, no solo con las personas internadas, sino con las que tienen algún padecimiento mental”, explicó Banfi.
La ley establecía que en 10 años debían cerrarse los hospitales neuropsiquiátricos en sintonía con la implementación de políticas inclusivas y asistencia domiciliaria para las personas con padecimientos mentales, pero esa meta no fue cumplida.
“Los manicomios tienen que cerrar, y se tienen que dar ciertas redes territoriales comunitarios dentro de sistema público-privado para poder desarrollar otras formas de atención”, consideró.
El especialista destacó que “hay que pensar la salud desde una perspectiva integral, y con otros factores a tener en cuenta, en cuanto a los conocimiento sociales que hacen a salud de cada persona”.