Este trabajo está conformado por cuatro canciones y una nueva sonoridad, trabajada a la par con Fran Cadierno.
Sobrevida. Así tituló Pablo Matías “El mago” Vidal su último lanzamiento. El álbum se compone de cuatro canciones que musicalizan poco más de once minutos. Su producción y arreglos estuvieron a cargo de su dupla Francisco Cadierno. “Él imaginó, escribió y finalmente llevó al sonido estos arreglos para un ensamble de tres chelos, un contrabajo y un piano Rhodes. Esa es la sonoridad que domina la paleta del disco sobre la guitarra acústica que toco yo”, contó Vidal. Sobre este trabajo de Cadierno, aseguró: “Llevó mis canciones a otro lugar. Nunca me imaginé canciones mías con esta sonoridad”.
El formato digital de este trabajo permite acompañar cada canción con su videolyric (letra de canción). A cargo de este arte estuvo Lucas Gregorini. “Trabajamos con puño y letra. Yo escribí las letras en un papel y él fue jugando con eso. Tiene una impronta de manuscritos que le da un toque de familiaridad con la madera, con el instrumento. Me gusta el juego que se abrió. Permite otra manera de acceder a las canciones y al contenido”, dijo Pablo.
El disco, por ahora, no tendrá presentación oficial. “Por streaming no. Queremos esperar a que se pueda hacer presencial, quién sabe cuándo, con algún ensamble de cuerdas con la sonoridad del disco”, dijo el cantautor. “Me gusta el vivo de Instagram más para hablar que para tocar. El audio es medio feo, no está bueno”, agregó.
Como músico, su carrera solista no es su única actividad: sigue produciendo y componiendo con Los Valses y con Alto el fuego (un nuevo proyecto que saldrá a la luz a fin de año); desde agosto, está volcado de lleno a La trama Panal, su taller online de composición de canciones: “Descubrí una veta mía que no conocía”, dijo “El mago”.
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