Una serie de elementos clave para abordar la obra del primer autor que se animó a sumergir a sus lectores en un universo de surrealismo y crisis existencialista.
Matías Esteban, docente, escritor y agitador literario, se enlazó vía telefónica con el aire de #FuturaEnCasa donde compartió su mirada sobre vida y obra del escritor austrohúngaro Franz Kafka (1883-1924), célebre por textos como El proceso, La metamorfosis y Contemplación, y por la enorme cantidad de mitos que la cultura popular ha construido a lo largo de los años en torno a su figura.
Según Esteban, pese a la mistificación de su figura, la parte más sustancial de Kafka parece residir en el encuentro cara a cara con sus escritos: “Leer a Kafka por primera vez es un momento maravilloso, esa sorpresa inicial al leerlo es quizás lo más cercano a una revelación que sucede en la literatura, es el encuentro del lector con algo inesperado”.
Una constante a la hora de enmarcar el trabajo literario de Kakfa tiene que ver con la obsesión del público y la crítica de fijar puntos de conexión entre su vida personal y lo que escribió: “A partir de la Segunda Guerra Mundial se lo empieza a leer fuerte, sobre todo gracias las traducciones de Borges, ahí empieza a haber una lectura existencialista, filosófica y también desde el psicoanálisis, un tipo de lectura donde se ve mucho el tema de su vida privada, la fama del escritor enfermizo que vive encerrado, fuera de todo, que no tiene ningún tipo de vinculo con la sociedad pero la verdad es que la imagen que dieron sus biógrafos es que era una persona muy sociable, una persona muy querida por su círculo de amigos, con muchas relaciones afectivas, entonces tenemos por un lado a un autor que produce textos muy sombríos y desconcertante y por el otro lado lleva este tipo de vida muy sociable
A modo de conclusión, Esteban dijo que cualquiera que se anime a sus páginas “en un momento de la lectura se va a encontrar con una sensación que te hace preguntarte por qué está pasando esto, Kafka inaugura el absurdo que más tarde se va a ver en el arte surrealista y en cierto tipo de cine, es un absurdo que tiene una especie de humor que no se puede llegar a distinguir por qué se ríen de lo que se ríen, un sentido del humor que se puede relacionar con el de los hermanos Marx, un tipo de humor extraño que genera un gran desconcierto en el lector y que se lo puede asociar a una especie de crítica social”.
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