A 37 años de la intervención artistica que puso en evidencia hasta dónde llegó el genocidio de la última dictadura militar argentina.
En el marco de la Semana de la Memoria, la primera emisión de #FuturaTeAcompaña habilitó un espacio para reflexionar en torno a la importancia de buscar y encontrar nuevas formas de sostener el reclamo por memoria, verdad y justicia en medio de la cuarentena impuesta por la pandemia del Covid-19. Victoria Ferlan trajo a la mesa el recuerdo de El Siluetazo, la obra de Rodolfo Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel que copó las calles del centro porteño en septiembre de 1983: “Pensar esto a raíz de esta propuesta que anda circulando de hacer un pañuelazo virtual, cada uno hacer su propio pañuelo y colgarlo de la puerta de la casa, esa situación de estar cada uno produciendo en su casa una pequeña obra de arte como son los pañuelos, me hizo acordar de esta obra artística que se convirtió en un hecho político importantísimo para la historia de nuestro país”.
Según lo recordó la comunicadora, “esto arranco por tres artistas que llevaron la propuesta a las Madres de Plaza de Mayo, se convocaron el 21 de septiembre de 1983 a realizar todas estas siluetas para que el 22 de septiembre, el día de la marcha, se encontrara el centro de la ciudad de Buenos Aires lleno de todas estas siluetas que venían a representar a las personas que estaban desaparecidas en ese momento”.
“Al principio tenían una idea muy ambiciosa, que era representar a los 30.000 desaparecidos personificados con nombre y apellido, hacer de cada una de estas siluetas una representación de todos los desaparecidos y obviamente eso era super complicado porque no iban a dar abasto para realizarlo, entonces surgió la idea de hacerlo en conjunto con los organismos de derechos humanos, ellos fueron los que dieron la posibilidad de materializar este hecho artístico y convocar a personas y a todos los organismos a participar de esto”, destacó Ferlan al cierre de este momento dedicado a la Semana de la Memoria.
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#FuturaEnCasa
