El 18 de octubre de 1999, apenas una semana antes de las elecciones presidenciales que pondrían fin al menemismo, aparece el último número de la Revista Humor. Una revista emblemática que nació en una época en la que hacer periodismo comprometido y crítico no era recomendable.
El número 566, llevaba en la tapa a Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf. En la contratapa, había una publicidad de la Alianza, en la que aparecían Fernando de la Rúa y Graciela Fernández Meijide. A 20 años de la desaparición de la revista - y a 10 años de la muerte de su creador Andrés Cascioli - Hugo Paredero, periodista, escritor, autor teatral, guionista televisivo, editor cultural y crítico de cine y humor dialogó en Cacodelphia y recordó aquellos años de trabajo en la revista y a su fundador.
“Lo primero que se me ocurre decir es que las obras de Andrés, hablan por sí misma, ahí están sus dibujos, con su impronta, su pensamiento, su sentido estético, su criterio y su nivel de locura, de imaginación y de gracia”, dijo sobre el humorista, dibujante, creador y editor de las míticas publicaciones como Chaupinela, Satiricón y Humor. “Andrés fue un dibujante excepcional que desplegó su arte –que definía como arte gráfico a secas– en la historieta, la caricatura (acaso lo más conocido entre lo suyo) y la ilustración”, agregó.
La revista apareció el 6 de junio de 1978, cinco días después del inicio del Mundial, y Paredero fue parte de casi toda la historia de la revista. “Entré en el número 12, que salió en marzo de 1979, y me fui un poquito antes de que la revista desapareciera, en octubre de 1999, es decir estuve durante casi 20 años”, recordó.
Humor fue una publicación que enfrentó la clausura, desafío censores y forjó una editorial en plena dictadura. “La revista comenzó a venderse cada vez más, a leerse, a difundirse y a crecer y ese éxito en todo sentido, en lo comercial, en lo afectivo, porque el lector de Humor era muy amoroso, muy cultivado y muy mejorador de todo lo nuestro, además de un receptor increíble. Todo eso hizo posible que la revista siguiera saliendo en tiempos tan complicados”, reflexionó el periodista.
“Mi propia vida tiene una bisagra que es la revista. Soy Hugo Paredero de Humor, una marca que afortunadamente no se irá jamás".
La revista nació pocos meses después del inicio de la dictadura cívico militar comandada por Videla, Agosti y Massera; vio pasar la gestión presidencial de Alfonsín; y el primer mandato menemista. “Al miedo a escribir en esos años, lo aplacaba el propio éxito de la revista que nos hacía más inconscientes, más libres, más salvajes, porque a la hora de imaginar no teníamos más limites que nuestra propia imaginación. En ese sentido Humor gracias a esa confianza fue el sitio donde me inventé como periodista”, dijo Paredero.
Humor no había manifestado el cese de su actividad. Cinco días después de aquel número 566, el diario Clarín titulaba: "'Humor deja de salir – Cerró una editorial”. “Era una cosa muy impresionante lo que sucedía con la revista, que entonces era leída cada quincena por dos millones de personas y eso era algo muy fuerte, que se sentía todo el tiempo. La revista comenzaba con nosotros y terminaba en cada uno de los que la leían y hacían su devolución. Trabajar en Humor era bárbaro, ir a la redacción a llevar las notas o a buscar las cartas que recibíamos. Hemos vivido episodios increíbles por el éxito de la revista, porque ciertamente, cada uno de nosotros ligamos algo de toda esas purpurinas”, concluyó.
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Cacodelphia, martes, miércoles y jueves, desde las 22 horas.