Santiago Kahn, director de la editorial Maten al Mensajero -que nació como revista en 2013- analizó en Cacodelphia cómo golpea la actual crisis económica a los proyectos gráficos independientes, repasó algunos eventos literarios de los cuales participa el sello y comento por qué la editorial decidió este año publicar, casi exclusivamente, libros escritos o ilustrados por mujeres.
En Argentina se estima que existen unas 400 editoriales independientes quienes a través de sus catálogos y las ferias que organizan en distintos puntos del país, dinamizan una industria editorial que en los últimos años no ha podido ponerse a salvo de la crisis económica. En ese sentido, Kahn aseguró que “el primer semestre de este año fue muy bravo, en algunos sectores la crisis viene pegando fuerte y se ha notado una caída de ventas muy notoria”. Para compensar en algo esa caída de las ventas desde la editorial contó que “nosotros intentamos llegar a las librería de ese mal llamado ´interior del país, generando de ese modo nuevos lugares para vender”.
“Habrá que ver cómo se va armando el panorama de cara al segundo semestre, porque si no se reactiva la economía y las paritarias siguen a la baja, la gente tendrá menos guita en el bolsillo y los libros son lo primero que se tacha en la lista de prioridades”.
Para el editor “una de los eventos que desnaturaliza la mirada real de la industria, es la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que no es otra cosa que una especie de primavera, donde los sellos editoriales realizan los lanzamientos y muchos libreras y libreros de todo el país llegan a comprar”.
“En la Feria nosotros podemos decir que nos fue bien, pero finalizada la misma, la cosa se puso brava. Por eso digo que este tradicional encuentro no es parámetro para entender lo que sucede con la industria del libro en nuestro país”, dijo Kahn.
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Ingenio y estrategias
Desde sus comienzos, la revista primero y la editorial después, trabajo con la modalidad de preventa, una herramienta de promoción que “desde siempre vino bien y ayuda para seguir editando. Nosotros hemos visto que en general funciona sobre todo para la gente de Capital que ya está segura de comprar el libro y confía en la editorial”. Hace unos años atrás, contó “recibíamos muchas preventas de las provincias, que entonces no les importaba el costo del envió, pero hoy eso ya no está y esas mismas personas en vez de ahorrarse algo de plata, esperan que llegue el libro a las librerías”.
“De todos modos, desde la editorial buscamos siempre que la preventa no compita con las librerías. Intentamos darle un servicio extra al lector, que quiere ahorrarse un mango, pero no queremos pudrir el vinculo con el librero, que es quien te va a acercar el libro más allá de la preventa”, dijo a Cacodelphia.
En ese sentido, para mejorar la distribución, desde hace un tiempo Maten al Mensajero, forma parte de la cadena de librerías Cúspide, que cuenta con locales en Capital, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. “Por ahora solo entramos en los Cúspide de Capital” explicó Kahn y afirmó “hace poco comenzamos a trabajar con ellos y eso nos permitió llegar a otros públicos”. Para el editor la diferencia entre librerías especializadas y grades cadenas comerciales, entre otras cosas está marcada por “el público que transita en cada una de ellas”. En Cúspide, por ejemplo, “circula un público que no busca algo especial, es más un comprador ocasional. En cambio a las librerías especializadas llegan aquellos que saben lo que van a comprar y conocen las distintas editoriales. A nosotros nos interesa estar con nuestras publicaciones en ambos espacios”, indicó.
Muchas más
La editorial decidió que el 90% de sus títulos editados este año sean escritos o ilustrados por mujeres. “En la revista veníamos publicando muchas autoras mujeres, pero no había tantas editadas por la editorial, así que decidimos incorporar esa mirada que en la historieta Argentina no tenían lugar”, detalló Kahn.
“Hicimos un relevamiento entre editores y periodistas y gente vinculada a la historieta y notamos efectivamente que de los 150 títulos publicados por año, había entre 6 y 8 mujeres, es decir menos del 10%”.
El sello editorial publicó el año pasado los libros de Lauri Fernández, dos de Paula Sosa Holt, una como historieta y otra como ilustradora, el de Nacha Vollenweider y Jazmín Varela. “También comenzamos a trabajar los libros que editaremos este año de Camila Torres Notari, uno nuevo de Paula Sosa Holt y la primera novela gráfica de la artista colombiana Sofía Watson y varios que están en proceso”, anticipó.
La decisión que tomó la editorial está a tono con “una discusión de época”, explicó el editor y ejemplificó: “Mientras nosotros comenzamos a editar a estas mujeres, la revista Fierro tuvo una renovación y comenzaron a publicar, aunque sea una mujer por numero y otras editoriales también siguieron ese camino. Es decir que no es que no había autoras mujeres, quizá lo que no tenían es libros circulando en las librerías. Autoras mujeres existen hace 100 años, lo que pasa es que estaban invisibilizadas por el prejuicio machista presente en un montón de editores”.
"El volumen de producción mínimo es de dos libros por mes"
Otro de los temas abordados durante la entrevista fue la relación de la editorial con el imprentero “una relación fundamental que hay que cuidar mucho” ,indicó Kahn. “En nuestro caso porque la producción que tenemos es bastante grande, ya que trabajamos con otra editorial (La Parte maldita, fundada en octubre de 2010, por Santiago Kahn y Alejandro Pisera), por lo cual el volumen de producción mínimo es de dos libros por mes. Por lo tanto estamos en contacto permanentemente con el imprentero y por eso esta bueno que haya un vinculo fluido”.
“Aunque con una economía en picada y una evaluación del 50% de la moneda, es difícil mantener cualquier vinculo”, expresó. Y en relación con el aumento de los costos y especialmente del papel aseguró que “los precios en los últimos tiempos se fueron por las nubes. El papel por ejemplo, subió este mes el 20% con respecto al mes pasado, o sea que hubo un salto brutal”.
La editorial desde sus comienzos se negó a utilizar el papel nacional producido por la Empresa Ledesma, “porque no queremos que nuestras hojas salgan manchadas de sangre”, señaló Kahn. “Compramos entonces un papel brasilero que es más caro y esta dolarizado, pero es de mejor calidad, tiene un mayor gramaje y un mayor volumen y eso se nota en los libros que quedan más corpulentos”.
“Pero lo cierto es que el papel al estar vinculado a un factor externo como es el dólar, te obliga a estar mirando todo el tiempo una variable que no tiene que ver con la cantidad de libros que vendes”.
Al hablar sobre como sigue el año para la editorial, primero que nada Kahn reclamó entre risas que “el dólar no se vaya a 40 pesos” y luego detalló: “Entre agosto y noviembre hay un montón de movidas donde estaremos acompañando y lanzando algunos títulos como el esperado libro de Antolín “Planes para toda la vida”, el de Clara Lagos, donde aparece otra vertiente del trabajo que estamos haciendo y el de Caro Chinaski, dos autoras que nos gustan y que hoy son parte de la propuesta de la editorial”.
“Desde nuestros comienzos usamos estos eventos como una escusa para presentar las nuevas publicaciones, aunque en realidad siempre tratamos de tener novedades todos los meses. No nos atamos ni a la Feria del libro, ni a la Crack Bang Boom por ejemplo, aunque no desconocemos que se tratan de eventos que sirven para que gente de un determinado sector le preste atención a la historieta”.
Del 10 al 12 de agosto se realiza la Feria de Editores en la Ciudad Cultural Konex. Una feria que no es exclusiva de la historieta y que para nosotros en los últimos dos años fue un evento muy importante de venta y también para llegarle a un público más amplio.
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