En Octubre de 2005, un incendio en la Unidad N° 28 dejó un saldo de treinta y tres reclusos muertos. Tras una serie de delaciones, diecisiete integrantes del Servicio Penitenciario Bonaerense deberán comparecer ante la justicia el próximo 14 de agosto.
Sofía Caravelos, del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ), recapituló en el aire de RAP que en los días previos al incendio ya se estaba denunciando la sobrepoblación extraordinaria de la unidad, resultante del uso abusivo de la prisión preventiva como política de seguridad.
“Murieron por no ser auxiliados por el servicio penitenciario, se produjo una represión dentro del pabellón, se cierran las puertas y alli se dejaron a estas treinta y tres personas”, señaló Caravelos.
La acusación que recae sobre los efectivos es la de abandono de persona seguida de muerte, según Caravelos: “En función de la obligación de cuidado que existía, ellos los abandonaron a su suerte sabiendo que la muerte era una posibilidad en este contexto que era un incendio”.
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