La justicia absolvió al policía Walter Diego Flores, acusado del homicidio de Omar Cigarán. Los jueces consideraron que el oficial actuó en legítima defensa.
“Yo no sé si voy a poder ser la misma de antes”, dijo Sandra Gómez, madre de Omar, poco después de la sentencia.
Con la sala colmada, a las 14:00 hs. inició la lectura del veredicto. En audiencias previas, el tribunal había advertido que no se daría lectura a los fundamentos, sino sólo a la parte resolutiva de la sentencia. A un costado de la sala, Sandra estaba acompañada por su familia, decenas de militantes y otras madres y familiares de víctimas del gatillo fácil. Algunas de ellas, ya conocieron la instancia final del proceso judicial. Otras lo esperan. Del otro lado de la sala, después de cuatro audiencias, acudía por primera vez público por parte del imputado.
El presidente del tribunal dio inicio a la breve audiencia, pidiendo a la secretaria del tribunal que diera lectura a la resolución. “El tribunal por mayoría resuelve pronunciar veredicto absolutorio para el imputado Diego Walter Flores”, leyó. El silencio de contemplación que se había iniciado minutos antes, se extendió unos instantes antes de ser interrumpido por el dolor de Sandra. La sala reaccionó, y comenzaron las protestas.
Los jueces abandonaron la sala, mientras la militancia organizaba la retirada, protestando y conteniendo. Los pasillos del edificio judicial ya estaban vacíos, cuando al llegar a la puerta de salida, un grupo de policías concentraba en el hall. Uno de ellos de civil se presentaba como provocación a las organizaciones: Guillermo Salas, jefe de calle de la Comisaría 9°. El suboficial de la bonaerense es señalado por la Correpi como sospechoso del homicidio del Víctor Emanuel González, y acusado de amedrentar a familiares del joven, así como militantes de la organización.
En las afueras del edificio judicial, las organizaciones que durante el mediodía sostuvieron el acompañamiento a la familia de Omar, cortaron las calles circundantes del edificio y bloquearon las salidas durante una hora.
“En un día como hoy nos gana el odio, la bronca, el dolor, pero por sobre todas esas sensaciones y sentimientos, lo que más nos tiene que ganar es la necesidad de organizarnos y seguir peleando”, sostuvo en las afueras María del Carmen Verdú, una de las abogadas de la familia de Omar.
También habló Milton Cigarán, quien afirmo que “ya estamos curtidos de esto, ya sabemos cómo funciona la justicia, no hay justicia para los pobres, Omar era un don nadie, hijo de un don nadie y no iba a haber justicia”.