La querella planteó que no hay hipótesis que justifique el disparo efectuado por el policía Walter Flores que terminó con la vida de Omar. La defensa se apoyó en la declaración de dos testigos que en las audiencias dijeron ver un arma en la mano de joven, a pesar de que en 2013 lo negaron. La sentencia se conocerá el martes 11 de abril al mediodía.
El viernes por la mañana se inició la última instancia del juicio por el homicidio de Omar Cigarán, previa a la sentencia. En la presentación de los alegatos, la querella y la defensa dejaron en claro al Tribunal que ellos deberán analizar a partir de los testimonios y las pruebas presentadas, si Omar llevaba un arma, y luego, si apuntó con ella a Walter Flores.
La audiencia se inició con la lectura de los alegatos por parte de los abogados que representan a la familia de Omar como particular damnificado. María del Carmen Verdú, abogada querellante e integrante de la Correpi, llevó adelante una exposición donde remarcó las contradicciones entre los testigos. Planteó que sólo dos de ellos declaraon haber visto un arma en la escena del crimen.
El primero fue Martín Junquera, una supuesta víctima de robo por parte de Omar, que había declarado haber sido apuntado con un revolver por él cuando iba en su moto. Señaló Verdú, que a diferencia del testimonio que presentó en el juicio, el motociclista había dicho en 2013 que no vio un arma. La misma contradicción había presentado en la primera audiencia una testigo del supuesto robo, Susana Palacios. También dijo ver a Omar armado y apuntando al motociclista, cuando en su declración inicial, cuatro años atrás, había negado rotundamente haber visto un revolver o pistola.
La abogada sostuvo que las contradicciones también se dieron en el resto de los hechos. Junquera dijo que dejó la moto a Omar, y se alejo de espaldas. En ese momento, dijo haber escuchado una voz que gritaba “alto policía”, a continuación un disparo, y luego un choque. Por su parte la testigo del hecho, dijo que el motociclista no se bajó, y que Omar apuntaba al motociclista cuando vio que desde un auto bordo se asomaba un policía que apuntó al joven. También pudo oír el disparo y un posterior choque, que no vio porque intentaba alejarse del lugar.
El choque escuchado por ambos, era la supuesta moto que Omar había intentado robar y dejaba abandonada, después de ser herido. Dijo Junquera que recién entonces se dio vuelta, y vio al policía Flores bajarse del auto. Verdú remarcó que el motocilclista en aquel entonces era ex policía y empleado del Ministerio de Seguridad. Sostuvo que por su formación, “es absurdo que diera la espalda a una persona armada”.
Según Verdú, las contradicciones de los testigos en el relato dieron por efecto la anulación de sus declaraciones. La abogada reforzó esta hipótesis, siguiendo con las contradicciones en el testimonio que Walter Flores realizara en 2013. Este dijo que Omar le apuntó con la mano izquierda, cuando Palacios y Junquera afirmaron que al momento del supuesto robo la tenía en la derecha.
En este punto, sólo Flores vio que Omar le apuntara con un arma. Verdú hizo notar, que el joven tenía una herida en la mano izquierda, entre el dedo indice y el pulgar, producto del roce de la bala. “De haber tenido el arma en la mano, esta debería haberse marcado por el roce de la bala, o por lo menos manchado de sangre”, indicó la abogada.
La bala que mató a Omar fue el único disparo que se realizó ese mediodia en el Barrio Hipódromo. Ingresó por el segundo espacio intercostal, y salió por el onceavo. Tuvo un trayecto de delante hacia atrás, de izquierda a derecha y levemente de arriba hacia abajo. Estos datos llevaron a la abogada a acusar a Flores de haber mentido en su declaración. El mismo dijo haber disparado desde su auto a Omar, quien se encontraba en la moto. En dicho caso, el trayecto debería haber sido opuesto al que presentaba el cuerpo del joven en la autopsia.
La querella continuó señalando que sólo Flores y los testigos contradictorios, afirmaron haber visto un arma en el lugar de los hechos. La siguiente persona en realizar una afirmación semejante sería Menzulo, quien en 2013 era Jefe de Guardia de la Morgue Policial. El mismo declaró haberla encontrado en los calzoncillos de Omar en la morgue, cuando ésta cayó al desplazar el cuerpo de la ambulancia que lo llevaba a la morgue, a una camilla.
El hallazgo del arma por la policía también resulta dudoso, en tanto que Menzulo dijo que al apenas deslizar el cuerpo, ésta se cayó. Sin embargo, las diferencias en la posición del cuerpo desde que éste cae en la calle, hasta que es subido a la ambulancia, daba cuenta de que fue movido en la misma escena. Plantearon así los abogados, que en esos movimientos del cuerpo debería haberse encontrado el arma, y no en “un deslizamiento”. Agregaron a esto que la escena del crimen fue cubierta por la Comisaría 2°, la misma que acosaba a Omar antes de su muerte.
Para los abogados resulta por lo menos sospechosa dicha aparición del arma en su ropa interior, advirtiendo que el único escenario donde es posible, es aquel donde Omar tras recibir el disparo que perforó su corazón, pulmones e higado, usó sus últimas fuerzas para esconder la pistola. El escenario restante es que la haya escondido antes de recibir el disparo, en cuyo caso Flores disparó a una persona desarmada.
En las distintas hipótesis, los abogados de la familia de Omar, llegaban a la misma conclusión: hubo un uso desproporcionado de la fuerza. Indicaron así que incluso en el caso de que Omar hubiera apuntado a Flores, el disparo dirigido a los órganos vitales indican una clara voluntad de matar. Para los abogados, esto viola la normativa nacional e internacional que plantea que “las armas de fuego se utilizarán solamente en circunstancias extremas.”
Por estos motivos, los abogados solicitaron la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio calificado.
“Flores nada más actuó como le enseñaron en la academia y como lo pide la sociedad”
Esta fue la conclusión de los alegatos de la defensa del policía, planteando que actuó en legitima defensa, interviniendo frente a un ilícito.
En su relato enumeraron investigaciones por robos realizadas en los días previos al homicidio de Omar, donde éste habría sido sindicado como autor. También afirmaron que en dichos hechos investigados por la Comisaría 2°, se señalaba un arma de símiles características a la encontrada en la morgue, y coincidencias con las declaraciones de Flores, Palacios y Junquera en su descripción.
Sobre el hecho afirmaron que no había contradicción en los testimonios de Junquera y Palacios, pero apuntaron contra otros dos que posibilitaban otra hipótesis de los hechos. Se trata de los testimonios de dos personas que se trasladaban en un Ford K negro por la misma calle de los hechos. Uno de ellos, dijo haber visto pasar a Omar corriendo junto a su ventana, darse media vuelta y tomarse el pecho. Este relato abría la posibilidad de que el joven hubiera recibido el disparo cuando corría, huyendo del lugar. Para la defensa, el relato era contradictorio con el camino que presentaban las manchas de sangre en la calle, y la posición de estos testigos en el lugar de los hechos. La defensa fue más allá en el descrédito de esta versión, pidiendo que el tribunal juzgue si incurrieron los testigos en falso testimonio.
El Tribunal dará a conocer el veredicto el martes 11 de abril, a las 12:00 hs.