Son juzgadas por dos operativos donde se incautaron en total más de 700kg de cocaína con destino a Europa. Se espera que concluya en diciembre e inmediatamente se inicie una segunda etapa, donde otras 27 personas de la misma estructura serán enjuiciadas por haber lavado 100 millones de dólares.
Sin la atención de los medios nacionales ni locales , y mientras campañas electorales refieren a fronteras abiertas a los narcotraficantes, el Tribunal Oral Federal 2 inició el 19 de octubre el juicio contra una poderosa organización. La cantidad de droga, el carácter internacional de la organización, la cantidad de acusados, y su grado de jerarquía, convierten al juicio en uno de los más importantes que haya tenido el país contra narcotraficantes. Diez de los acusados lo son por el delito de organizadores y financistas de la red criminal, mientras que los restantes por el almacenamiento y acondicionamiento de la droga. 16 de ellos son colombianos, dos argentinos, dos españoles y uno portugués.
Tres de los acusados lo son por lo que se conoció como el “Operativo velero traful”. La droga se encontró el 17 de junio de 2011, cuando un velero había sufrió un desperfecto técnico y fue acompañado por Prefectura hasta un puerto en CABA. Allí fue inspeccionado y se encontraron 444Kg de cocaína. El segundo operativo fue llevado adelante el 16 de abril de 2012. En aquella ocasión se encontró en galpones en Lanús 258,54 kg también de cocaína, disimulados en muebles estilo Luis XV, por lo que fue denominado “Operativo Luis XV”. Ambos cargamentos tenían por destino Europa.
Indagatorias
Tras la lectura de las acusaciones, se desarrolló durante cuatro audiencias la etapa de declaraciones indagatorias. Sólo dos de los acusados decidieron brindar testimonio, mientras que los restantes prefirieron guardar la palabra para el final. La primera en declarar fue María Claudia de la Misericordia Gómez Martinez, de 50 años y nacionalidad colombiana acusada del financiamiento de la organización. Ante la decisión de prestar declaración, el presidente del tribunal ordenó que se retire a todos los acusados de la sala.
Tras acusar que fue violentamente detenida en su casa en el country Nordelta, Martinez buscó despegarse de quien sería uno de los dirigentes de la organización: Alejandro Gracia Álvarez. El mismo estuvo prófugo por la causa “Luis XV” hasta ser detenido en enero en su país. Martinez afirmó que con él mantuvo una relación de amistad, y que le prestó más de 100 mil dólares para la remodelación de bares que poseía. Sostuvo sin embargo que la relación se rompió cuando Gracia no le devolvía lo prestado, y que en un asado en abril de 2011 le pidió una importante suma de dinero para una operación de narcotráfico pero que se negó a participar.
El otro declarante fue Russo Cristian Jorge, acusado como partícipe secundario del delito de comercialización de estupefacientes. Afirmó dedicarse a las relaciones públicas de eventos privados en discotecas y fiestas. Él también negó vinculación con los acusados aunque apunto ser amigo de uno de ellos: Urrego Moscoso, acusado de almacenamiento. Los vínculos con dicho imputado fueron recorridos por las preguntas de las partes.
El turno de los testigos
En la primera etapa de declaraciones de testigos declararon los oficiales de Prefectura que participaron del Operativo Luis XV. Relataron que la droga se encontró cuando se realizaba una inspección rutinaria para establecer si el velero estaba en condiciones de volver a salir a navegar.
Otro de los testigos fue el oficial de Prefectura que relató las características de la droga incautada en los operativos juzgados. Afirmó que a partir de la pureza (84% - 90%), el material de corte utilizado para estirar la droga (levamisol), y su aspecto visual, se pudo establecer que presentaban importantes similitudes, lo que vendría a confirmar que la vinculación entre ambos operativos va más allá de los nombres de los integrantes de la organización.
Quien fuera el cabecilla de la organización juzgada se encuentra detenido en Estados Unidos aguardando el juicio. Se trata del colombiano Ignacio Álvarez Meyendorff, arrestado en Argentina en 2011, y deportado dos años después al país norteamericano para ser juzgado por el tráfico de toneladas de cocaína de Colombia a Estados Unidos. Desde su llegada a la Argentina en 2006 se encargó de montar una estructura con doble funcionamiento: traficar drogas a Europa y lavar dinero. Meyendorff habría sido integrante del Cártel de Cali así como del Cártel del Valle del Norte