La Unidad de Información Financiera , oficina encargada de investigar el lavado de dinero, fue parte de la investigación y ahora es querella en el juicio contra los 21 acusados de narcotráfico. Su titular, José Sbatella, remarcó la importancia de que se apunte contra el poder económico de estas organizaciones.
El presidente de la UIF José Sbatella, remarcó en comunicación con Radio Futura la importancia del juicio que se desarrolla en La Plata contra los integrantes del “clan Meyendorff”. Se trata de 21 personas juzgadas por los delitos de almacenamiento de estupefacientes, así como organización y financiamiento de la red criminal que se dedicaba a enviar la droga a Europa desde Argentina. El organismo dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, es querella en el juicio y fue una de los responsables de la investigación desde sus comienzos.
El interés de la UIF radica fundamentalmente en lo que será la segunda etapa del juicio que se iniciará cuando el juicio en curso llegue a su fin. Allí serán juzgados otros 27 integrantes de la estructura, pero acusados del lavado de dinero proveniente de las drogas. La organización integrada mayormente por colombianos, lavó en Argentina más de 100 millones de dólares.
La investigación se inició en 2006 cuando la UIF recibió una notificación de que Álvarez Meyendorff intentaba ingresar al país con dos millones de dólares sin declarar. Ante la falta de un delito precedente, la justicia rechazó el pedido de la unidad de que sea acusado de lavado de dinero, por lo que se lo procesó por contrabando de divisas. Sin embargo, fue sobreseído y siguió montando una estructura de empresas y propiedades dedicadas a lavar el dinero narco. Finalmente, en 2011 Estados Unidos emitió un pedido de captura para meyendorff siendo acusado del ingreso de toneladas de cocaína a desde Colombia en submarinos. Fue así que se lo detuvo y dos años después fue deportado.
El golpe contra la organización que dirigía Meyendorff fue fundamentalmente financiero. Mientras en Argentina se embargaron bienes por un total de 100 millones de dólares, en Colombia se realizó el decomiso más grande de la historia en ese país: 700 millones de dólares . Las propiedades de Meyendorff en nuestro país incluían siete casas en el barrio cerrado Abril, departamentos en nordelta y una lujosa estancia.
Para Sbatella el objetivo es lograr el decomiso de los bienes – incautación sin compensación -, que debería dictar la Justica en el fallo al final del juicio. Explicó así que en Argentina durante la etapa de investigación las propiedades y el dinero pueden ser embargados lo que significa que pasan a administración del Estado. Explicó el titular de la UIF que esto implica que durante años los bienes cuestan al Estado por su mantenimiento y custodia hasta que en el fallo del juicio se dicta el decomiso. Como alternativa señaló el caso de Colombia, donde en caso de ameritarse se dicta el decomiso, y en caso de que sean declarados inocentes o sobreseídos se les reincorpora el dinero por el valor de la propiedad liquidada.
Remarcó el titular de la UIF que en esta ocasión se juzgue el poder económico de una organización de narcotraficantes, escalón de las organizaciones en las que pocas veces se pone la atención. Ya en 2014 un informe de la Procuraduría de Narcocriminalidad, daba cuenta de que en 2012 la mayoría de las causas iniciadas en la justicia federal por la violación a la ley de estupefacientes, lo eran por tenencia para consumo personal (41% de las causas), comercialización o almacenamiento (35%), y tenencia simple (16%). Es decir que el 92% de las causas iniciadas en la justicia por delitos relacionados al narcotráfico, lo son contra consumidores, pequeños vendedores, o encargados de guardar y transportar la droga.
Remarcó así Sbatella que “generalmente la justicia no se encargaba mucho del camino del dinero por el gran trabajo que implica”, señalando que esto “es lo peor que se podía hacer, porque la gente quedaba presa pero dueña de un poder económico muy fuerte”.
Para Sbatella, el poder económico de la organización da cuenta de su grado de peligrosidad: “No es casual que recién después de años de investigación estemos juzgándolos, hubo una importante capacidad de lobby desplegada por sus abogados”.
“Argentina no es un paraíso narco”
“Muchos dicen que están apareciendo los narcotraficantes porque son nuevos, pero nosotros decimos que no, que estos ya estaban y los estamos detectando y frenando su expansión”, afirmó Sbatella. A su vez, señaló como origen de la presencia de narcotraficantes colombianos en Argentina la década del 90.
Enumeró así recientes fallos tales como carbón blanco y manzanas blancas, donde fueron condenados los jefes de las organizaciones criminales luego de varios años de investigación. Afirmó a su vez que en los últimos años se fortaleció el sistema de prevención y seguimiento desarrollado por la UIF.
También destacó Sbatella que el caso Meyendorff tuvo una repercusión mundial, que generó reconocimientos internacionales de la UIF en Colombia y otros países. Sin embargo indicó que el caso no tuvo mayor difusión en los medios nacionales ni locales, y aseguró que “se trata de una especie de protección, que yo creo que en algunos casos es pagada para que no salga en los diarios grandes los nombres de los narcotraficantes”.
Se juzga en La Plata a 21 integrantes de una organización narco internacional