El conflicto en la autopartista Lear volvió a cobrar repercusión en la última semana a partir de dos impactantes hechos. Uno tuvo que ver con la difusión del video donde se ve la operación montada por Gendarmería para detener a manifestantes. El otro fue la decisión de la patronal de hacer trabajar a los delegados en jaulas, alejados de sus compañeros. La presión de los trabajadores derivó en la separación de Roberto Galeano de su puesto como coordinador de la Gendarmería; mientras que las jaulas ya fueron retiradas.
El lunes 1 de septiembre se divulgaron fotografías donde se ve a trabajadores de la autopartista realizando sus labores encerrados. El abogado de los trabajadores, Edgardo Moyano, afirmó que Lear “es una empresa que se maneja con una ilegalidad tal que puede encerrar a los trabajadores y mucho más”. El objetivo de la patronal era mantener a los delegados alejados de sus compañeros.
El accionar de la patronal persistió durante cuatro días hasta que a partir de la denuncia de importantes figuras públicas como Pérez Esquivel optó por ceder. Sin embargo, a pesar de poner en conocimiento la situación, ninguna autoridad del Ministerio de Trabajo se acercó para constatar las condiciones de trabajo.
El abogado sostuvo que las acciones de la empresa “chocan con la propia concepción de humanidad”. En este sentido recordó que siempre se ubicó en una posición intransigente frente a los reclamos de los 240 trabajadores que a principios de junio perdieron su trabajo. Mientras muchos trabajadores llegaron a un acuerdo y otros lograron ser reincorporados, 60 siguen luchando para recuperar sus fuentes de trabajo.
“Es una estrategia que involucra acciones ilegitimas de Gendarmería”
Moyano también hizo referencia al video donde se ve al comandante Juan Alberto López Torales arrojarse sobre un auto que formaba parte de una caravana de protesta. La indignación por este hecho se sumó a la difusión de la identidad del “canoso de barba”, como fue denominado el infiltrado en manifestaciones solidarias con los despedidos. En su habitual columna dominical, el periodista Horacio Verbitsky escribió que se trata del “coronel (R) del arma de Caballería Roberto Angel Galeano, un comando de 55 años que estuvo en las Malvinas con Mohamed Ali Seineldín, fue jefe de Inteligencia del Cuerpo de Ejército de Córdoba, y de Contrainteligencia en la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército”. Torales habia sido pasado a retiro por la ex ministra de Defensa, Nilda Garré, y reciclado por el Secretario de Seguridad Sergio Berni como “coordinador de las fuerzas de seguridad”. Luego de defender su actuación durante una semana, finalmente Berni debió acatar la orden para despedirlo que provino de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego del repudio de los trabajadores, partidos políticos y organizaciones sociales. La decisión de CFK, agrega Verbitsky, fue “para conservarle el cargo” a Berni.
El Secretario de Seguridad había intentado sostener que el accionar del comandante no fue aislado, sino que formaba parte de una estrategia para la detención de manifestantes. “Básicamente defiende al gendarme y esta práctica ilegal”, afirmó Moyano. También adelantó que se pedirá explicaciones al secretario de seguridad acerca de por qué se utilizan estrategias que incluyen acciones ilegales, para encarar la conflictividad social.
El abogado recordó el caso de la detención de la nieta restituida, Victoria Moyano, en otra manifestación de solidaridad con los despedidos, donde el accionar de Gendarmería fue parecido al reflejado en el video viralizado. En aquel momento, fue sacada violentamente del vehículo con la excusa de haber atropellado una moto de la Gendarmería.
Edgardo Moyano concluye que las acciones de Gendarmería, avaladas e incluso impulsadas por el Secretario de Seguridad, demuestran que “no importa lo que hagas porque esta gente hace lo que quiere, y te va a detener y acusar de cosas insólitas”.