La actriz y periodista platense estrena en Fundación Cazadores una obra interdisciplinaria que combina teatro, música e imágenes del mar para reflexionar sobre la maternidad, el deseo y los mandatos sociales. “Fue un desafío poder ficcionar todos los temas que aborda la obra”, confesó.

“Lobo, pieza perdida”, que podrá verse los sábados de septiembre a las 21:30 en Fundación Cazadores (Villarroel 1440, CABA), propone un viaje onírico donde el peligro, la maternidad y el deseo se despliegan mediante música en vivo y proyecciones.
“Haciendo una síntesis muy básica, la obra cuenta la historia de una mujer que, caminando por la playa, se encuentra con un lobo marino bebé. A partir de esa situación comienza a recordar distintos momentos de su vida: historias con su mamá, con su hermana, su sexualidad, su enfermedad y otras experiencias significativas. Desde esa caminata se inicia un viaje onírico junto a ese lobito, como una experiencia de vida que la saca de la rutina y de lo cotidiano”, explicó Peresson.
La dramaturga destacó que la obra también aborda cuestiones universales: “Habla del deseo, la muerte, el duelo, la enfermedad y el aburrimiento que impulsa a la protagonista a buscar nuevas experiencias fuera de la rutina, así como de los mandatos sociales impuestos a la mujer. Todos estos elementos atraviesan la obra y forman parte del teatro contemporáneo. Son cuestiones complejas y profundas que representaron un desafío asumir desde un costado no tan solemne y trabajarlas desde perspectivas oníricas y hasta cómicas”, agregó.
En diálogo con Cacodelphia, Peresson remarcó la satisfacción de materializar su primer trabajo como dramaturga: “Me encontré con la posibilidad de escribir y de poner en marcha la idea de esta obra, la fantasía de crear un unipersonal. Todo eso se concretó. Fue un desafío poder dar forma a todos los temas que aborda la obra desde mi propia mirada artística”.
El proceso creativo comenzó en diciembre de 2023 con el asesoramiento dramatúrgico de Lisandro Rodríguez. “Con él arranqué a poco tiempo de que asuma Milei. Me ayudó mucho a escribir la obra y también a ensayarla. Cuando se confirmó la posibilidad de hacerla en la Fundación Cazadores, me junté con Federico Aimeta, que está a cargo de la dirección, y con Luciano Kulikov, que es compositor musical y responsable de la parte musical y de las proyecciones”, detalló.
La obra fue seleccionada por la sala Lado B de la Fundación, lo que impulsó la concreción del proyecto. “Envié un proyecto y ellos, que programan la sala con actividades teatrales performáticas y de danza, lo eligieron. Eso, de alguna manera, aceleró la finalización de la obra, ya que había una fecha de estreno y nos facilitaban el teatro para los ensayos”, explicó.
El texto de “Lobo, pieza perdida” también fue seleccionado para la V edición del Festival Monoblock, editado por “Libros Drama” y presentado primero como lectura performática. “Eligieron el texto para el festival y, en diciembre del año pasado, realicé una lectura performática que me permitió experimentar con el material y definir la estructura de la obra. Tras escribirla, comencé los ensayos, así que para esa lectura ya tenía algunos caminos escénicos explorados y actuados”, recordó.
El unipersonal se acompaña de proyecciones y sonidos en vivo. “Me siento acompañada por las proyecciones y la música en vivo, pero también por los personajes de ficción que aparecen a lo largo del relato. Algunos de ellos, que la protagonista va nombrando, me brindan un apoyo que facilita la interacción escénica”, explicó.
Aunque se trate de una obra individual, Peresson destacó la importancia del trabajo colectivo: “El teatro nunca se hace solo. Siempre hay personas que acompañan, dirigen y colaboran con la iluminación y la escenografía. Más allá de que sea un unipersonal, todo se construye en conjunto; entre todos fuimos dando forma a la obra”, agregó.
El equipo artístico se completa con Federico Aimeta en la dirección junto a Peresson; Luciano Kulikov en sonido y visuales; Luis Manuel Mendiburu Eliçabe en diseño de iluminación; y La Loba Producciones en espacio y vestuario.

Licenciada en Periodismo y Comunicación Social por la UNLP, Peresson comenzó su formación actoral a los quince años en el Teatro Municipal Coliseo Podestá de La Plata. Sobre el vínculo entre teatro y periodismo explicó: “La dramaturgia es otra forma de unión con el periodismo, porque en la facultad aprendí bastante a escribir. A la hora de elaborar esta obra, trabajé la escritura con el seguimiento de Lisandro Rodríguez, quien me dijo: ‘Sos periodista, ponete a escribir tu obra, no salgas a buscar en otro lado’. Eso me permitió dar forma a mi primer texto dramático desde mi propia mirada artística e integrar investigación, escritura y creatividad escénica en un mismo proceso”.
Finalmente, reflexionó sobre la convivencia de sus oficios: “Siempre intenté unir el periodismo y el teatro, aunque no siempre lo logré. Mi tesis de licenciatura fue una revista de teatro y, actualmente, doy clases de actuación en la facultad. Para la docencia me ha servido mucho mi formación actoral. Siempre busco integrar ambas profesiones; las dos están vivas en mi trabajo. Aunque me considero más actriz que periodista, eso se debe más a la práctica del oficio que a otra cosa”.
“Lobo, pieza perdida” tendrá cuatro funciones durante septiembre, los sábados a las 21:30 en Fundación Cazadores. Las entradas están disponibles en Alternativa Teatral.