Una investigación revela la existencia de un sitio que funcionó durante la última dictadura en el pasaje Obrero Roberto Núñez en la Ciudad de Buenos Aires.

“Lo que nos llamaba la atención es que no había nada de información. Gugleabas en internet la casa de Obrero Núñez y no había una sola nota. Y como esta hay cientos de casas”, introduce Yair Cibel del portal El Grito del Sur, que realizó el trabajo periodístico que descubrió el lugar.
En ese sentido, el periodista remarca que “a partir de que publicamos esta investigación nos empezó a escribir un montón de gente del barrio, de zona norte, a contarnos de casos y a pedirnos que los ayudáramos a investigar qué pasaba con esos inmuebles”.
El Grito del Sur es una cooperativa de comunicación, durante 8 años tuvieron su redacción en un centro de la memoria hasta que fueron desalojados, en el centro de la memoria de Reyes Ceballos y en ese marco tenían relación con mucha gente vinculada a los derechos humanos.
“Un montón de inmuebles que estuvieron al servicio de la represión y que hoy pasan por nuestros barrios porque nunca hubo un proceso de búsqueda, de investigación, de fondo para dar con estos lugares. Y que también constituyen una lógica de urbanismo de nuestras ciudades, donde muchas fueron utilizadas como grandes trampas a cielo abierto para garantizar la represión”, reflexiona en Los Mundos Posibles.
Consultado por el proceso de investigación, cuenta que “hablamos con los vecinos más viejos del barrio, con los porteros, con los verdureros y ahí nos empezó a llamar la atención que todos coincidían. Y finalmente, el dato clave es cuando encontramos que Luis Ángel Firpo, que era jefe de la División Seguridad del Batallón 601, confirma en un testimonio judicial en el marco del juicio contraofensivaque funcionaba esta base operativa”.
"Para nosotros fue un orgullo terrible (el trabajo realizado) y la confirmación de que algún pequeño cambio se puede hacer con esto, ahora está presentada, en la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, un proyecto de señalización del lugar, a partir de la nota, no solamente de por una baldosa, sino de por una placa, y nuestro objetivo, como el Grito del Sur, es que de acá a un tiempo ese inmueble pueda expropiarse y ser un centro de memoria", concluye.