Inicio Destacados Nadia Szachniuk: "Recuperar los sonidos del noroeste argentino es un acto de identidad"

Nadia Szachniuk: "Recuperar los sonidos del noroeste argentino es un acto de identidad"

La cantante y musicoterapeuta salteña ha cultivado una carrera marcada por la diversidad de estilos y géneros musicales. Con una formación que abarca desde el canto lírico hasta el folklore, su pasión por las raíces argentinas se refleja en su trabajo junto a Eva Sola, con quien recupera y difunde las vidalas y bagualas del noroeste.

Nadia Szachniuk, cantante y musicoterapeuta nacida en Salta, posee una formación musical diversa y enriquecedora. Desde su infancia, mostró una profunda inclinación por el canto, formándose en distintas disciplinas musicales, como canto lírico, coral, popular, jazz, música contemporánea y barroca. Estudió la Carrera de Música Antigua del Conservatorio Manuel de Falla y con maestros particulares de canto. Esta formación académica y su experiencia en diversos géneros le han permitido explorar y fusionar estilos de manera única. Además, su pasión por las raíces folclóricas argentinas se refleja en su trabajo junto a Eva Sola, en el dúo que interpreta vidalas y bagualas, con un enfoque en recuperar y valorar las canciones ancestrales del noroeste argentino. Este dúo fue galardonado con Premios Gardel en 2012 y 2022, así como el Premio Mercedes Sosa en 2023.

"Con la Eva cantamos desde los 13 años. Nos conocimos en la secundaria en Salta, y mucho tiempo después, luego de una guitarreada, lo hicimos de manera profesional", recordó Szachniuk, quien señaló que el primer disco del dúo, titulado “Vidala”, les permitió consolidar su identidad artística. El álbum, que contó con la participación de Juan Falú y Facundo Guevara, ganó el Premio Gardel a "Mejor Álbum Nuevo Artista de Folklore" en 2012.

“Fue ahí cuando la idea del dúo se formalizó, y gracias a ese trabajo, que fue premiado con el Premio Gardel, comenzamos a hacer algunas giras y algunos conciertos de vez en cuando, ya que Eva grabó y regresó a Italia”, recordó la cantora salteña sobre los comienzos del dúo, a partir de su primer disco, en el que registraron clásicos como “Serás libre palomita”, “Ay naranjal” y “La catamarqueña”, entre otros.

Después de años de trabajo conjunto, y tras un largo período en el que Eva Sola vivió en Italia, el dúo volvió a reunirse en 2021 para grabar su segundo disco, “Vidala en mi zamba”. "Pasaron diez años hasta que llegó nuestro segundo disco. Es un material que logramos terminar en 2021, y para nuestra sorpresa, también ganó un Gardel", sumó en diálogo con Cacodelphia. Este nuevo trabajo tiene como objetivo "recuperar los sonidos y paisajes antiguos del noroeste argentino".

El proyecto del dúo se enmarca en una larga tradición de búsqueda y rescate de la música popular y ancestral de la región. "Parte de nuestra identidad cultural está en los cantos ancestrales", dijo Szachniuk, quien destacó el trabajo de Leda Valladares como una de las principales influencias en su repertorio. Junto con Eva Sola, comenzó a cantar vidalas y bagualas de manera espontánea, a partir de los discos de Valladares, a quienes consideran una fuente vital de su repertorio. "Recuerdo que con Eva, nos encontramos en Tilcara, en el tiempo del carnaval, donde empezamos a cantar coplas y vidalas que aprendimos de los discos de Leda", contó la artista, quien proviene de una familia de tradición coral.

La vidala, centro geográfico del dúo

Eva Sola y Nadia Szachniuk han logrado plasmar en su música una conexión profunda con las raíces de su tierra natal. Su vínculo artístico comenzó de manera natural, desde la adolescencia, cuando cantaban en la escuela y en los carnavales. A los 18 años, ambas llegaron a Buenos Aires, donde, en una casa antigua, comenzaron a forjar su proyecto musical que, después de diez años de ensayos, resultó en su primer disco: "Para nosotras fue medio natural porque cantábamos en la escuela y en los carnavales. A los 18 años llegamos a Buenos Aires y, después de ensayar durante diez años, logramos sacar una foto de lo que ya éramos. De hecho, el primer disco no producimos nada, todo fue muy natural y muy fluido, y eso es lo que se escucha".

Ese primer álbum del dúo fue galardonado con el Premio Gardel y, marcó un antes y un después en la vida musical de las cantoras. "El premio ayudó para que eso sucediera, pero también nos dimos cuenta de que había cierto interés por lo que estábamos haciendo y empezamos a mirar los costados vocacionales y profesionales", reflexionó Szachniuk. Este reconocimiento impulsó al dúo a tomar su carrera con un enfoque más profesional. En su segundo disco, con una intención más definida y profesional, ambas volvieron a vivir en Salta, lo que las motivó a trabajar juntas nuevamente y grabar un nuevo material que reflejara su evolución.

"La vidala está en casi todo, uno podría mezclar una vidala en cualquier ritmo del noroeste argentino, está adentro, es algo esencial", explicó sobre el centro geográfico y musical de su obra. La vidala y la baguala son los géneros que definen su repertorio y que las unen en su camino artístico. "En ese sentido, como decía el Cuchi Leguizamón, la vidala es el centro geográfico de nuestro interés, de nuestra obra, es lo que nos une", agregó.

Para Eva y Nadia, la vidala no es solo un género musical, sino una forma de canto puramente argentina. Como explicó Szachniuk: "La vida como canto, es un canto puramente argentino, por más que tenga cierta reminiscencia de las canciones españolas antiguas, de los villancicos que aparecen en distintos lugares de Latinoamérica. Pero es muy argentina, tiene mucho de lo antiguo, de los cantos ancestrales, pero también tiene un bagaje criollo mestizo donde lo español tiene su importancia". Esta combinación de influencias hace de la vidala un canto único que las cautivó y que ha sido el eje de su repertorio desde sus inicios.

En 2021, después de una década de separación, las voces de las salteñas se reunieron nuevamente para dar vida a su segundo disco conjunto, titulado Vidala en mi zamba. Este material se orienta a "recuperar los sonidos y paisajes antiguos de nuestro noroeste", con un enfoque en preservar y difundir las tradiciones musicales de la región.

El proceso de creación de “Vidala en mi zamba”, según Nadia Szachniuk, fue profundamente investigativo y estuvo marcado por una búsqueda de tesoros musicales olvidados. “Hicimos un trabajo minucioso, viajamos a Santiago del Estero, donde estuvimos con vidaleros de distintos pueblos y en la casa de la arpera Isabel Neirot, que falleció durante la pandemia, y cuyas canciones de alguna manera siguen formando parte de nuestra música. Ese es el espíritu que tienen nuestros discos, y esa fuerza en las canciones es lo que tal vez cautiva a la gente. Hay una tarea de recuperación y de poner en valor estas canciones, que aunque no sean tan difundidas, contienen mucha información sobre nuestra identidad”, contó.

"Vidala en mi zamba" incluye un variado repertorio que abarca distintas formas del folklore del noroeste argentino. Se destacan vidalas como “Dicen que el carnaval” (recopilación de Isabel Aretz), “Llegando a mi querencia” (Alfonso Ledezma) y “Tei de querer” (recopilación de Andrés Chazarreta). Además, incluye zambas como “Vidala en mi zamba” (Hermanos Simón), “Criollita santiagueña” (Atahualpa Yupanqui y Andrés Chazarreta) y “Zamba Tucumana” (recopilación de Leda Valladares). El repertorio también presenta chacareras como “La doble” (recopilación de Chazarreta), “Chacarera del Cachi Mayu” (Hermanos Ábalos) y “La brasita de mi chala” (Hermanos Simón), junto a la vidala chayera “Flor de Alhelí” (recopilación de Manuel Acosta Villafañe), la vidala de comparsa “Solloza mi corazón” (recopilación de Chazarreta), el “Triste humahuaqueño” (recopilación de Aretz), el huayno “Sauteñita” (recopilación de Aretz) y el carnavalito/huayno “Si Way Si/Ya me voy” (recopilación de Aretz).

“Realizamos una investigación detallada, que es lo que nos gusta y nos entusiasma: esa situación de bucear en lugares donde de repente encontramos algunas joyitas”, contó sobre el proceso de armado del repertorio del segundo disco del dúo. En este trabajo, contaron con la participación de destacados músicos como el salteño Seva Castro (guitarra, charango y coros), el jujeño Santiago "Tarco" Arias (bandoneón, guitarra, ronroco y voces) y el mendocino Facundo Guevara (percusión y coros). El disco fue grabado y editado con el auspicio de la Universidad de Congreso de Mendoza, y está dedicado a la memoria de la arpista Isabel Neirot.

“Buscando, investigando, fuimos descubriendo canciones que nos fueron brindadas por el nieto de Andrés Chazarreta, que fue recopilador, músico y compositor santiagueño. Fuimos también hasta la casa de la arpera Isabel Neirot, que hizo una escuela de arpa criolla muy particular que a nosotras nos interesaba estudiar. Luego, estuvimos con vidaleros, porque la vidala está muy viva. En todo el norte hay vidaleros y copleros por todos lados, entonces, solo es necesario abrirse para encontrarse con todo lo mágico que sucede en el universo de la vidala”, relató Szachniuk.

En cuanto a los proyectos futuros del dúo, la cantante, quien decidió regresar a Salta después de vivir 20 años en Buenos Aires, expresó: “Hoy ya estamos pensando en un nuevo trabajo, aunque con Eva nunca sabemos si nos vamos a demorar diez años en concretarlo, pero ya estamos trabajando e intentaremos acelerar el proceso”.

Luna atrás: una fusión de géneros y emociones

Nadia Szachniuk, nacida en Salta, es cantante y musicoterapeuta (titulada por la Universidad del Salvador en 2004). Estudió canto con diversos maestros particulares y cursó la Carrera de Música Antigua, con especialización en canto, en el Conservatorio Municipal Manuel de Falla. Desde temprana edad, se inclinó por el canto lírico, coral y popular, explorando distintos estilos dentro del folclore, el jazz, las músicas del mundo, la música contemporánea y la barroca. En 2017, grabó Luna atrás, su primer trabajo solista, un material que reúne un conjunto de canciones con un tema en común: la Noche.

"Fue un disco hermosísimo, donde disfruté mucho todo lo que sucedió antes y después de la salida de ese trabajo. Porque fue un disco que para mí significó la integración de un montón de cosas que venía haciendo", relató la artista. En este proyecto, se fusionaron años de formación en distintos géneros: desde el canto coral y la ópera, hasta la música contemporánea y popular. "Yo canté durante 30 años en coros, me dediqué muchos años a la ópera, al canto barroco, al canto de música antigua, a la música contemporánea, además, el canto popular siempre estuvo en mi vida. Todos esos caminos que parecían tan dispersos se juntaron en ese disco", agregó.

Este álbum fue el resultado del trabajo colectivo con dos músicos de renombre, Alejandro Starosielski y Bruno Moguilevsky, quienes colaboraron en los arreglos. “Fue un trabajo en el que estuvimos muchos años trabajando esas músicas antes de grabarlas”, explicó. A lo largo del disco, participaron destacados artistas como Facundo Guevara en percusión, Marcelo Moguilevsky en vientos, Santiago Segret en bandoneón e Ignacio Vidal Chedufau en coros y producción artística.

El contenido de Luna atrás está profundamente influenciado por la temática de la noche y las canciones de cuna. "Se trata de una recopilación de canciones de la noche, así lo llamé, porque venía de una relación de canciones de cuna", señaló Szachniuk. La presentación del disco fue acompañada de una obra de teatro, en la que la cantora y actriz Flor Bobadilla Oliva participó, y fue presentada en la ciudad de La Plata, junto a la cantautora y pianista Irupé Tarrago Ros. "Fue un trabajo que me dio mucha alegría", afirmó.

El álbum de Nadia incluye una diversidad de composiciones que abordan temas como la cuna y la protección. Entre las destacadas se encuentran "A la nanita", una nana antigua de Granada; "Nani Nani", una canción anónima sefardí; y "Lullaby for Hamza", de Robert Wyatt, inspirada en un niño que, durante la Guerra del Golfo Pérsico, pasó los primeros 40 días de su vida en un refugio subterráneo. También se incluyen adaptaciones al castellano de "Canción de cuna para un niño ansioso" de Dominic Miller y Sting, y la "Canción de cuna para el vino", de Gustavo Leguizamón. Además, el disco presenta la melodía con la que Claude Debussy musicalizó el poema de Paul Bourget, "Beau Soir", con letra de la misma Szachniuk. “Cada canción de este disco tiene su pequeña historia”, comentó la artista, quien también ha trabajado con destacados artistas y grupos como Dominic Miller (guitarrista de Sting), Juan Quintero, Lisandro Aristimuño, Tonolec, César Lerner, La Bomba de Tiempo, la Orquesta Sinfónica de Salta, Diego Rolón, Tiki Mariano Cantero, Nuno Aroso, Será Arrebol, Martin Bruhn, Víctor Torres, Susanna Moncayo, Juan Manuel Quintana, Federico Ciancio, Susana Travassos y La Cangola Trunca, entre otros.

En 2019, Nadia Szachniuk, grabó los discos audiovisuales “Puente” y “Folklore Uno” durante una residencia artística en Portugal (Musiberia), junto al guitarrista Seva Castro y la colaboración de Ariel Rodríguez e Ignacio Vidal Chedufau. En 2022, lanzó “Falú, por Nadia y Juan” junto a Juan Falú. Sobre sus próximos proyectos, Szachniuk expresó: "Hoy estoy en un momento donde busco recuperar y retomar esa estética de ‘Luna atrás’, para armar un segundo trabajo con otra temática, pero con esa misma estética". A pesar de su extensa carrera, Szachniuk se considera más intérprete que compositora, aunque no descarta seguir creando. "No tengo el hábito de la composición, pero cada tanto hago algunas canciones porque me gusta mucho escribir", concluyó la artista

Una gira que unió música y tradición

En La Plata, Vivi Pozzebón, junto al dúo Eva y Nadia, cerraron una gira que comenzó en Córdoba y continuó en Rosario. Durante el recorrido, presentaron un espectáculo que nació en Portugal, tras ser invitadas a un mercado de música iberoamericana. "Parece un poco tilingo de nuestra parte, pero lo cierto es que fuimos invitadas a un mercado de música iberoamericana, donde se encuentran artistas y productores de todo el mundo, un espacio que nunca habíamos compartido. Fue lindo encontrarnos en ese contexto. Entre varios de los cruces que tuvimos con distintos artistas, uno de ellos fue con Vivi, y allí nació la idea de compartir el escenario. Regresamos, grabamos un video y después decidimos hacer una gira que terminó en La Plata", explicó Nadia Szachniuk sobre el origen de esta colaboración.

El repertorio del dúo, caracterizado por el canto de caja y sus vidalas y bagualas, se fusionó con los vibrantes ritmos sudamericanos y afrolatinos de Vivi Pozzebón, creando una mixtura musical única. "Para una gran cantidad de artistas de mi generación, Vivi fue una referente. Ella fue parte del grupo ‘De boca en boca’, cuatro cordobesas que hacían músicas del mundo, usando mucho el arreglo vocal y la percusión", destacó sobre la percusionista, cantante, compositora e investigadora etnomusical con 30 años de trayectoria.

“De boca en boca”, un grupo que nació en Córdoba en los años 90, marcó un camino importante para la música vocal femenina. "Marcaron un camino y fueron muy novedosas en su momento. Es una referencia y sentimos por ellas una gran admiración", agregó Szachniuk. En cuanto a su encuentro con Vivi Pozzebón, expresó: "Hay una afinidad entre los proyectos, más allá de que ahora Vivi está más dedicada a la música afro latina. Tiene un conocimiento y manejo del repertorio folclórico del mundo que se nos parece bastante. Digamos, son proyectos muy hermanos en ese punto, aunque a la vez son distintos porque Vivi es cantora y trae otras sonoridades y otros ritmos".

El espectáculo presentado por las artistas está conformado por dos repertorios: el de Vivi Pozzebón, donde el dúo participa con coros, y el del dúo Eva y Nadia, en el que Vivi Pozzebón aporta su talento tocando percusión. Acompañados por Lautaro Matute en guitarras, charangos y percusión, el espectáculo también incluyó una serie de canciones preparadas exclusivamente para estos encuentros, que no están grabadas, contó Szachniuk.

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