El bandoneonista y docente, oriundo de Ayacucho, presenta su primer trabajo solista, un disco doble que fusiona tango, rock y música popular. Su proyecto busca expandir los límites del instrumento y rendir homenaje a artistas que marcaron su camino.
Bruno Cabadas, bandoneonista, compositor y docente de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata, presentó este año "DesBando vol 1 y 2". Es su primer trabajo solista: un ambicioso proyecto que explora los límites del bandoneón, un instrumento tradicionalmente vinculado al tango, pero que busca llevar hacia nuevos horizontes sonoros. "La idea de hacer un proyecto solista donde el protagonista sea el bandoneón y explorar de ese modo los recursos de este instrumento, que en el último tiempo ha cruzado algunas fronteras, estuvo siempre dando vueltas en mi cabeza", afirmó en diál
A través de su disco doble, Cabadas ofrece una mirada personal sobre el bandoneón, un instrumento con una fuerte tradición en el tango, pero que él busca desvincular de ese género para explorarlo en otras sonoridades. "DesBando vol 1" incluye una mezcla de composiciones propias y de autores populares, como Charly García, Fito Páez y María Elena Walsh, mientras que el volumen 2 se adentra de lleno en el repertorio clásico del tango, con piezas de Astor Piazzolla, Aníbal Troilo y Leopoldo Federico, entre otros. En este sentido, Cabadas no solo reivindica el tango, sino también a los compositores y amigos que han sido parte de su trayectoria. "Quise incluir a artistas que admiro, como Ricardo Bordagaray o Lucas Guinot, compañeros de ruta que he tenido el honor de transitar juntos los caminos de la música", destacó.
El proyecto comenzó en 2020, en plena pandemia, como una forma de expandir el universo sonoro del bandoneón. Durante ese tiempo, Cabadas tuvo la oportunidad de definir el repertorio y trabajar en los arreglos de las obras que componen "DesBando". "Fue un proceso largo y bello, porque la decisión del repertorio fue una tarea importante. Había temas que ya había compuesto, incluso para cuartetos o quintetos, pero cuando comencé a amarlos pensé cómo adaptarlos para que pudieran funcionar en una versión solista", explicó.
De Ayacucho a La Plata
Bruno Cabanas ha desarrollado su vida musical y docente en la ciudad de La Plata, donde formó parte de ‘Tangor’ y actualmente es miembro del Ensamble Bonaerense del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires. Este programa tiene como objetivo resignificar tanto a los artistas como a los repertorios propios de la provincia, a través de arreglos originales, con el fin de recuperar y poner en diálogo las diferentes expresiones musicales de la región.
El vínculo de Cabanas con el arte de la interpretación comenzó en su infancia en Ayacucho, donde la música formaba parte de su entorno familiar. Su abuelo y su tío abuelo fueron bandoneonistas, y aunque no los pudo conocer, el instrumento siempre estuvo presente en su vida. "Mi abuelo falleció cuando era muy chico, pero el bandoneón siempre estuvo en la familia", contó. Fue su tío abuelo, Raúl "El Pichi" Dimenna, quien le enseñó a tocar el instrumento, primero en Ayacucho y luego en La Plata, donde Cabanas se mudó para estudiar en la Universidad Nacional de La Plata.
A lo largo de su carrera, Cabanas fue perfeccionando su técnica con figuras de la talla de Carlos Rulfi y Carlos Corales, quienes le permitieron ampliar su conocimiento sobre el bandoneón y el mundo del tango. “La cosa comenzó en Ayacucho, estudiando con mi tío y el bandoneón de mi abuelo, Mario Cabadas, y se profundizó en la ciudad a partir del estudio con Germán y Juan Pablo Fredes. Después, a través de una profesora de la facultad, me puse en contacto con Carlos Rulfi, con quien forjamos un vínculo que fue más allá de ser profesor y alumno, convirtiéndose en una linda amistad. He tenido la suerte de tocar con él en la Orquesta Municipal de Tango de la Ciudad de La Plata. Es un gran bandoneonista con una extensa trayectoria, de quien he aprendido en muchos sentidos, no solo en cuanto al instrumento, sino también sobre la vida artística y el desempeño profesional como trabajador”, contó Cabanas.
“Luego, estudié con Carlos Corales, un bandoneonista de la generación de Rulfi, que fue el eslabón intermedio entre quienes hoy tenemos treinta y pico y los grandes exponentes como Leopoldo Federico, Marconi y Baffa. Con Carlos también entablamos un lindo vínculo”, reflexionó.
Desafíos y nuevas sonoridades
Uno de los mayores desafíos de este proyecto fue alejar al bandoneón de su tradicional vinculación con el tango y llevarlo hacia otras sonoridades, algo que Cabadas sabía que no sería fácil. "Es un camino que ya han recorrido otros antes, pero cuando apareció la idea de este proyecto, me pregunté hacia dónde ir, qué hacer, cómo hacerlo. A partir de esas preguntas, fui desarrollando un lenguaje personal y buscando sonoridades que abran la cabeza y corran al instrumento de algunos lugares donde la gente está habituada a escucharlo", explicó.
En cuanto al repertorio del material, el músico y docente sabía que, como amante del rock nacional, quería incluir obras de Spinetta, García y Páez. Sin embargo, el gran desafío fue transformar esas canciones en versiones solistas para bandoneón. Este proceso no solo implicó decidir qué tema llevar al instrumento, sino también repensar la sonoridad y la estructura de las composiciones, con el objetivo de rescatar su esencia original mientras se aportaba un sello personal.
“Me fui agarrando entonces de las sonoridades que me gustaban de las versiones originales, probando qué se podía rescatar de eso, involucrando alguna idea propia del instrumento para tratar de armar una versión solista”, contó Cabanas. “De ese modo surgió la versión de ‘Las golondrinas’, de Eduardo Falú y Jaime Dávalos, por ejemplo, que surgió a partir de la versión de Jorge Cafrune. Lo mismo en ‘Canción para bañar la luna’, la versión Homenaje a María Elena, donde busqué rescatar esa rítmica que tiene el tema para llevarlo al bandoneón y trabajarlo desde ahí”, expresó.
Además de los arreglos de cada uno de los temas, en algunos casos las obras elegidas fueron despojadas de sus letras, algo muy arriesgado considerando que el repertorio tiene un texto muy presente. “Eso fue todo un desafío, ver cómo sostener la atención a partir del despojo de la letra”, dijo Cabanas. “Es una tarea interesante porque cuando uno se mete con obras tan potentes desde el texto y con tanto recorrido, que mucha gente conoce, es complicado ver qué haces con eso en una versión instrumental con un instrumento solo”, agregó.
El bandoneón más allá del tango
Aunque el bandoneón sigue siendo estrechamente asociado al tango, hoy en día se ha ganado un lugar destacado en una variedad de géneros musicales, desde el folklore hasta la música barroca. “Pero muchas veces se lo sigue pensando desde el mundo del tango”, expresó Cabanas. Sin embargo, el músico destacó que, gracias a la institucionalización del instrumento en los últimos años, su vínculo con otros repertorios se ha ido consolidando. “El instrumento seguirá ligado al tango, porque hay toda una tradición, imagínate que hace 100 años los Pedros, tanto Maffia como Laurenz, eran los bandoneonistas del Sexteto de Julio De Caro, una agrupación emblemática para el tango. De ahí surgió Pugliese; fueron los primeros que hicieron punta con lo que es el estudio del instrumento y sentaron las bases”, repasó Cabanas.
“Fueron Maffia y Laurenz quienes, con su estilo, inauguraron dos escuelas dentro del tango y el mundo del bandoneón. Según comentan algunos autores e intérpretes, Maffia se destacó en el control del sonido y la técnica, en la cuestión más ‘ciudadana’ del instrumento, como la postura y cómo mantener un sonido definido. Laurenz, por su parte, se inclinaba más hacia la acentuación tanguera, aportando un toque especial al estilo. Juntos, formaron una mezcla casi milagrosa, estableciendo los pilares de lo que sería la formación de bandoneonistas en las décadas siguientes. No solo innovaron en la ejecución, sino también en la creación de material, ya que ambos escribieron arreglos y composiciones para bandoneón solo. Eso, que hoy es más común, hace algunos años no lo era, y fueron ellos quienes comenzaron a plantar la semilla”, señaló Cabanas.
En la actualidad, el bandoneón ha logrado expandir su presencia más allá del tango. "Hoy forma parte de los distintos folklores, está apareciendo incluso en algunas agrupaciones de cuarteto cordobés, y también en músicas del sur de Brasil. Y es muy interesante ver cómo se ha ido adaptando el rol del instrumento, con intervenciones que enriquecen las composiciones", afirmó el músico. Además, el bandoneón, a través de su inclusión en los conservatorios, ha entrado en contacto con otros géneros, como la música barroca. “La obra de Bach, por ejemplo, es muy adaptable al instrumento, por lo que creo que el bandoneón está gozando de una actualidad muy interesante”, agregó.
Sin embargo, a pesar de estos avances, aún persisten dificultades importantes, como la falta de accesibilidad al instrumento. "Ese es el gran problema", reconoció Cabanas. “Se podrán seguir abriendo nuevas carreras donde el bandoneón sea protagonista, pero hasta que no haya una accesibilidad más popular, vamos a seguir teniendo inconvenientes”. En este sentido, destacó iniciativas como la ‘Bandólica’, un proyecto creado por el músico Mariano Godoy, y el ‘Proyecto Pichuco’ desarrollado en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa). En la ciudad de La Plata, Juan Carlos Fredes también ha trabajado en el desarrollo de un bandoneón para niños, una tarea loable para la difusión del instrumento. Sin embargo, Cabanas resaltó que aún falta encontrar una solución económica para que el bandoneón, al igual que otros instrumentos, esté al alcance de todo aquel que quiera sumarse a su mundo sonoro. "No se ha dado todavía en la tecla", concluyó.
Agenda
Este mes, Bruno Cabanas tendrá varias presentaciones en La Plata y Berisso, donde podrá compartir su música con el público. El 11 de diciembre, se presentará en la Casa de Cultura de Berisso con la Orquesta Municipal de Tango, en celebración del Día Nacional del Tango. Luego, el 13 de diciembre, será invitado en la Sala Ginastera del Teatro Argentino para conmemorar los 10 años de la Orquesta Latinoamericana de la Casita de los Pibes. Finalmente, el 20 de diciembre, ofrecerá un concierto dedicado a Astor Piazzolla en el Colegio de Abogados de La Plata.