El mandatario surcoreano había dictaminado el cierre del Parlamento y delegado el gobierno a las autoridades militares, pero la jugada no salió como lo esperaba y tuvo que retroceder en sus planes. ¿Qué rumbo tomarán los hechos ahora?
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ordenó el cierre del Parlamento, la prohibición de todas las actividades políticas y declaró a los medios de comunicación sujetos a control del Estado. Sin embargo, la presión social hizo que deba dar marcha atrás.
“Se pudieron ver las imágenes en la televisión, de la Policía y los militares presentando la Asamblea Nacional de Corea, custodiando la entrada, helicópteros aterrizando en el techo, las fuerzas intentando entrar, los trabajadores y los legisladores intentando repeler a los militares y protestas afuera”, reconstruye Alejandro Palombo.
Cabe destacar que fue la primera vez que se declaró la ley marcial en el país en más de cuatro décadas. Suk Yeol lo hizo presuntamente para contener a “elementos antiestatales” y “amenazas planteadas por Corea del Norte”.
El columnista de Los Mundos Posibles analiza que “el presidente que tiene una dificultad para imponer su programa en un Parlamento, que está controlado por la oposición desde que asumió hace dos años, hay que decir que este golpe fracasó”.
“Lo primero que arguye como argumento es que hay una dictadura legislativa que no lo deja gobernar y que quiere paralizar el sistema judicial, el sistema administrativo y anular el orden democrático liberal, pero ¿qué más democrático que cerrar el Parlamento, no?",, explica el Licenciado en Ciencias Políticas.
“Cuando sucedió este golpe lo que dijo el líder de la oposición es que el poder pertenece al pueblo, que las armas que tienen los soldados vienen del poder del pueblo y que el presidente traicionó al pueblo, por ilegítimo e inconstitucional, en esta situación se encuentra ahora Yoon Suk-Yeol, porque tiraron abajo la medida tanto adentro del parlamento como afuera”, remarca.
Por último, Palombo enfatiza que el presidente surcoreano quedó en una situación delicada, porque "los manifestantes en las calles piden su detención, está completamente debilitado y el parlamento surcoreano inició una moción para destituirlo ahora".