En agosto, el nombre de la banda resonó nuevamente en las marquesinas del Teatro Ópera de la ciudad de Buenos Aires, donde la emblemática agrupación chamamecera presentó su disco número 19: "Viva el Chamamé".
A lo largo de sus 47 años de trayectoria, Los de Imaguaré han sido un pilar fundamental en la preservación y difusión del chamamé, un género musical que trasciende las fronteras del Litoral argentino y que, desde hace décadas, representa la memoria y la esperanza de la región guaranítica. En agosto, presentaron su disco número 19 en la calle Corrientes.
Para nosotros es una alegría no solo por Los de Imaguaré, sino por el género que defendemos con tanto cariño hace ya 47 años”, expresó Julio Cáceres, fundador de la agrupación. “En rigor, el único que cumple 47 años soy yo”, dijo la voz y director del grupo nacido en Mercedes, Corrientes. “Hoy hay a mi alrededor una muchachada que tiene la edad de mi hijo, y es una alegría para mí, una fuerza que ellos me inyectan para seguir caminando este tiempo chamamecero”, agregó.
El nombre del grupo, proviene del guaraní "Ymaguare", que significa "de antes", haciendo alusión a la memoria y a la preservación de los valores ancestrales. Estos dos pilares –la memoria y la esperanza– son fundamentales en su visión artística y cultural. “San Agustín decía que el hombre es un hoy, porque hay un ayer y cree en un mañana. La memoria y la esperanza son fundamentales; sin esas cuestiones los humanos quedaríamos partidos”, dijo. “El andar necesita afirmarse en el pasado de manera criteriosa. Y esto no significa que todo tiempo pasado fue mejor, sino que se trata de asumir con criterio ese pasado, ponerlo en la actualidad, porque uno tiene fe en un mañana que estamos construyendo entre todos”, expresó en Cacodelphia.
Los de Imaguaré nacieron artísticamente el 5 de julio de 1977 en la ciudad de Mercedes, Corrientes, en un contexto de gran efervescencia política e intelectual en Argentina. Julio Cáceres, Joaquín Sheridan y el Padre Julián Zini eligieron este nombre como un símbolo de su búsqueda por capturar la esencia del chamamé. “El Padre Julián es quien organizó esta manera de entender la música que tenemos en Los de Imaguaré”, destacó Cáceres, poniendo énfasis en la figura del Padre Zini, quien fue clave en la consolidación del grupo. José Frette, Carlos Núñez y Justo Ricardo "Tito" Gómez completaron la formación original.
Desde sus inicios, la labor de Los de Imaguaré se fundamentó en la obra poética del Padre Julián Zini. Con el tiempo, incorporaron las composiciones de diversos poetas de la región y la provincia, como Ramón Ayala, Linares Cardozo, José Pedroni, Roberto Romani, Franklin Rúveda, Osvaldo Sosa Cordero y Román Vallejos, entre otros. “La idea siempre es tener una mención, saber reconocer a esos autores queridos de nuestro lugar, como Ramón Ayala, Linares Cardozo, Jorge Méndez, gente que ha aportado a la creación y difusión de nuestro género chamamecero. Uno no puede menos que mencionarlos y buscar que su obra sea reconocida”, comentó Cáceres.
En ese sentido su repertorio sigue siendo fiel a los valores fundamentales de la cultura guaranítica, reafirmando la importancia de la música, los poemas, las danzas y las canciones que forman parte del alma del Litoral.
“Desde el comienzo de este proyecto, hemos buscado rescatar del pasado aquellas cosas que estaban un poco olvidadas y traerlas hasta nosotros para enriquecerlas con amor, con el fin de presentarlas a nuestra gente a través de poemas y canciones. De esta manera, tratamos de mantener viva una tradición cultural que tiene una larga historia y que, de algún modo, ya es parte de Los de Imaguaré, algo antiguo. Así trabajamos para conservar y llevar adelante esta tradición, poniéndola a consideración de las nuevas generaciones. Puede que algunas cosas perduren y otras no, pero estoy convencido de que hay muchas cosas valiosas en esa tradición cultural que debemos tener en cuenta”, detalló Cáceres.
"hay que afirmarse en este presente y proyectarse hacia las nuevas generaciones”
Para Los de Imaguaré, la tradición es la base para crecer hacia el futuro. “La tradición es importante para nosotros porque nos da la posibilidad de afirmarnos en un pasado que nos hace sentir que tenemos una historia, y que tenemos una responsabilidad con esa historia. Y para eso hay que afirmarse en este presente y proyectarse hacia las nuevas generaciones”, dijo el cantor manifestando la importancia de asumir el pasado con criterio para de ese modo proyectarse hacia el futuro.
El chamamé: Un vínculo que une pueblos y culturas
La música chamamecera ha sido, desde sus inicios, un espacio de encuentro entre pueblos y generaciones. Para Cáceres, el chamamé cumple una función esencial en la unión de los pueblos del Litoral y más allá: “El chamamé ocupa un lugar muy importante porque es una música que hermana, junta, reúne. Entonces, cuando hablamos de chamamé, estamos hablando de la familia, de la reunión, de los amigos y de los pueblos”. Esta música no solo es un símbolo de la región, sino también un lenguaje común entre naciones como Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, que comparten esta tradición cultural. “El territorio de la nación chamamecera es muy amplio, abarca toda la zona de Río Grande del Sur brasileño, la campaña uruguaya, parte del Paraguay y la Mesopotamia argentina. El chamamé es parte de la tradición en nuestros pueblos”, agregó Cáceres.
Con el reconocimiento del chamamé como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el género atraviesa un momento de visibilidad y reivindicación, lo que es celebrado por los miembros de Los de Imaguaré. “A partir de ser reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el chamamé atraviesa hoy un buen momento, y todo eso tiene que ver con el trabajo que ha realizado mucha gente, los de imaguaré, chamameceros que han forjado y enriquecido el género”, dijo.
A lo largo de su vida musical, Los de Imaguaré han recibido diversas distinciones que reconocen su contribución a la música y la cultura chamamecera. Entre los premios más destacados se encuentran la Consagración en el Festival de Cosquín en 1981, la Palmera de Plata en el Festival de Guadalupe (Santa Fe) y el Riel de Bronce en el Festival del Riel de Basavilbaso (Entre Ríos). También fueron nominados para los premios ACE de la música en 1994 y recibieron el Premio Taragüi en 1995, en el rubro de canto popular. A lo largo de los años, han sido reconocidos por su trayectoria, con premios como el otorgado por la H. Cámara de Diputados de la Nación en 1997, el Premio Consagración de la Fiesta Nacional del Chamamé en 2011, y la Mención de Honor "Senador Domingo Faustino Sarmiento" en 2012, entregada por la Honorable Cámara de Senadores de la Nación. Más recientemente, fueron reconocidos por el Gobierno de la Provincia del Chaco en 2016 y premiados en el Festival Nacional del Chamamé en Federación con el Cachencho de Bronce en 2017.
En sus 47 años de vida musical, el conjunto ha dejado una huella imborrable en la música popular argentina. Cáceres, siempre reflexivo, compartió: “Yo no miro demasiado hacia atrás, prefiero seguir mirando hacia adelante. Para mí ha sido feliz este transcurrir y tengo mucha fe en todo lo que puede venir, porque hemos construido un camino con sinceridad, amor y con verdades”.
En cuanto al estilo del conjunto, Cáceres habló de un estilo conversador auténtico, a través del cual buscan transmitir lo que son y lo que sienten, con pasión y compromiso. “A ese estilo lo llamo conversador, por eso de contar lo que hacemos y de dónde viene eso que hacemos”, explicó Cáceres. Además, destacó que este estilo conversador tiene mucho que ver con su abuelo: “Es un recuerdo imborrable porque, desde muy pequeño, el abuelo me enseñó a decir versos y me pidió que tuviera respeto por la palabra que saliera de mí”.
Viva el Chamamé
El nuevo material discográfico titulado Viva el Chamamé hace un recorrido por la historia de Los de Imaguaré, manteniendo el ritmo y la esencia de la nación chamamecera, un estilo que trasciende fronteras. El álbum, que reúne 12 canciones, fue grabado íntegramente en los estudios Tierra Soñada de Marcelo Kuczek, en la ciudad de Posadas, provincia de Misiones.
En su nuevo material, el grupo retomó una canción de Joaquín Sheridan que habían grabado cuando él aún formaba parte de la agrupación. También incluyeron el tema que se convirtió en el eje central de la próxima Fiesta Nacional del Chamamé, titulado “Avío del Alma”. Además, el disco recoge canciones que abarcan distintas etapas del conjunto, como “La gloria que falta”, una composición del poeta entrerriano Roberto Romani, así como “Compadre que tiene el vino” y “Cielo de Mantilla”, una obra de Teresa Parodi. “Lo importante es que todas estas canciones han sido tratadas de manera diferente, según la visión musical que hoy tienen los chicos del grupo”, comentó Cáceres.
El disco no solo refleja el legado de la tradición chamamecera, sino también la nueva visión que los músicos de la formación actual le imprimen a la propuesta. Entre los miembros de la agrupación se encuentran Mauro Bonamino (acordeón), Fabio Acevedo (guitarra), Fernando Soto (guitarra), y Alejandro Mendoza (bajo), además de Julio y Nicolás Cáceres, quienes siguen al frente de la agrupación.
Avío del alma
La 34ª Fiesta Nacional del Chamamé se celebrará del 17 al 26 de enero de 2025 y llevará el nombre de “Avío del Alma”, título de una obra cuyo autor es Julián Zini, junto a Julio Cáceres. “Es una gran satisfacción saber que una obra que uno ha compuesto hace un tiempo sigue estando vigente y sigue hermanando y haciéndonos reflexionar”, expresó Cáceres.
“Todas las actividades culturales que se están desarrollando en la provincia de Corrientes tienen ese leitmotiv. Ese fue el título que refleja, en cierta manera, el sentimiento de nuestra gente. Todos tenemos ese avío, esa provisión para el viaje de la vida, ese avío que son los valores que traemos desde la cuna. Es hermoso saber que ese trabajo, compuesto hace tiempo, sigue vigente y sigue hermanándonos, haciéndonos reflexionar sobre una situación que también es dolorosa: el éxodo de nuestras poblaciones. Y no solo hablo del éxodo de los correntinos, sino también del éxodo que se produce en el continente, donde nuestra gente parte a los grandes centros del mundo en busca de un futuro. Son personas que andan repartiendo por esos mundos nostalgias y ganas de volver a su tierra”, relató Cáceres.
A lo largo de los años, Los de Imaguaré han formado parte de todos los momentos importantes de la Fiesta Nacional del Chamamé. “Nosotros hemos participado en todas las ediciones de la fiesta y, al principio, trabajamos muchísimo para poder darle un contenido más profundo. Le pusimos Fiesta y no Festival, porque el término festival alude a un desfile de conjuntos en el escenario, y nosotros queríamos hacer algo más grande. Queríamos que fuera un evento que reuniera distintas expresiones de nuestra cultura, como la artesanía, la literatura y otras manifestaciones que forman parte de la identidad de nuestra gente, y no solo la música. Por eso elegimos el nombre de Fiesta y no de Festival”, contó el líder de la agrupación, que sigue llevando el chamamé a los escenarios más importantes de Argentina con la misma pasión y compromiso que en sus primeros días.
Uno de los objetivos más importantes del grupo ha sido luchar por una América Latina unida, creyendo firmemente que la música puede ser un instrumento fundamental para fomentar esa integración. “Nosotros creemos en la unidad del continente como una posibilidad para seguir vigentes en un futuro que se va globalizando cada vez más. Lo importante es que América pueda encontrarse en una hermandad, ya que tenemos todo para estar juntos y muy pocas cosas para separarnos. Me parece que es cuestión de ponernos en serio a pensar que esto es posible y necesario, para que podamos seguir teniendo un destino en este planeta vagabundo, como decía Jaime Dávalos. Es fundamental cuidar esta casa, cada uno desde su lugar y su cultura, y poder aportar así al hombre universal”.