A partir de una mirada antropológica matizada con sus años de experiencia en la gestión del área, la ex ministra propone reconsiderar las líneas de acción en el uso de las fuerzas policiales, para no replicar las mismas estrategias que la derecha.
“El libro lo empecé a pensar antes del gobierno del cual yo fui parte, se veía que había zonas, no solo en la seguridad, que requería pensarlas de otra manera. Después llegó este gobierno, que es una expresión de la crisis que vive el espacio llamado progresista”, introduce Sabina Frederic en Los Mundos Posibles.
En ese sentido, la ex ministra de seguridad de la Nación explica que “pensando el progresismo como una perspectiva que piensa las políticas para el beneficio de las mayorías, pero un beneficio efectivo, y la seguridad es parte de eso, no solo atender a las víctimas de delito, sino aquellos que delinquen también es darle seguridad jurídica, garantías que nuestra constitución establece, ese es el objetivo del libro”.
el esquema de saturación policial lo que hace es llenar las cárceles de pobres, jóvenes, debido a que hay muchas policías hostigando en la calle y creando delitos en fragancia, muchos de los cuales no existen"
Sobre el título del libro y el rol del peronismo, un movimiento del cual fue parte y tuvo gestión durante el gobierno de Alberto Fernández, considera que “el progresismo excede al peronismo, abarca un espectro de centro izquierda, creo que ha terminado siendo mala palabra decir que uno está del lado izquierdo, volvería a esa definición, de trabajar para mejorar en la calidad de vida de las mayorías, me ubico en esa posición”.
"Como es una categoría que sigue dando vuelta, uno puede discutirla, pero finalmente es la que se sigue usando. Me parece que es importante interpelarla. ¿De qué hablamos cuando hablamos de una seguridad progresista o aquello que se esconde bajo el paraguas del progresismo? Porque termina utilizando herramientas que también usa la derecha, que sería claramente lo opuesto”, se pregunta la entrevistada.
Para Frederic eso refleja uno de los aspectos centrales que dan cuenta de la situación, que es “el modelo de la saturación policial”. “Su utilización como recurso de la seguridad hecho en todas las gestiones, que además es una herramienta que inventa el progresismo en Argentina. Es un modelo de administración de las poblaciones en las márgenes en algún sentido”, describe la ex ministra.
“Si las políticas progresistas no terminan de resolver los problemas, eso empieza a generar, sobre todo en el 2010, una serie de conflictos que requieren que sean las fuerzas de seguridad. Como gobierno progresista tenés recursos para controlar, porque no querés que haya un uso abusivo de la fuerza, tratás de evitar las represiones y demás, pero eso cuando llega a derecha lo usa de otra manera”, reflexiona.
Por último, concluye que en el libro se plantea cómo salir de esa disyuntiva, “porque ese esquema de saturación policial lo que hace es llenar las cárceles de pobres, jóvenes, varones, debido a que hay muchas policías hostigando en la calle y creando delitos en fragancia, muchos de los cuales no existen”.