En su reciente presentación junto a Fulanas Trío, el cuarteto de tango Flores Negras destacó el poder de la música como un lazo en tiempos difíciles. Mientras se preparan para su tercer disco, exploran el humor en su nuevo espectáculo. El 17 de noviembre, el cuarteto cerrará el año con un concierto en Martínez.
El cuarteto de tango Flores Negras se presentó en la ciudad de Berisso, compartiendo el escenario con Fulanas Trío, donde mostró sus nuevas composiciones. Alejandra Cañoni, cantora y docente fundadora del grupo, destacó la importancia de la música en tiempos difíciles, afirmando: “Lo que no nos tienen que destruir es la capacidad de encontrarnos, inventar y armar lazo”. Además, subrayó el poder de la canción, señalando que “es potente y te mueve; abre puertas, te convoca y motiva a que la gente se junte”.
Luego de su gira por Europa, el cuarteto femenino abocado al tango regresó a la ciudad para presentar las composiciones que formarán parte de su tercer disco de estudio. En Berisso, compartió el escenario con Fulanas Trío. “Se trata de dos proyectos que venimos sosteniendo con trabajo, ganas y pasión desde hace muchos años”, dijo Alejandra Cañoni. “Aunque hacemos músicas distintas, hay un mismo espíritu y una misma búsqueda de un sonido propio, una sonoridad e identidad que nos hacen una yunta hermosa. Además, tanto Fulanas como nosotras nos seguimos reinventando y buscando nuevas maneras de decir y reflejar lo que se siente”, sumó.
Invitadas al “Festival Internacional de Tango de Chiclana de la Frontera”, en la provincia de Cádiz, el cuarteto giró durante todo el mes de mayo por distintas ciudades de Europa. “Fue un sueño total. Volvimos a lugares que ya habíamos visitado y la recepción del tango, así como de nuestra propuesta en particular —que no es tan tradicional, ya que muchas veces se espera el bandoneón, la cantante y el guitarrista— fue muy bien recibida. En España, sumamos al proyecto a Raúl Kiokio, un guitarrista argentino que hace 25 años vive allí y nos espera con mucha generosidad”, contó Cañoni. “En los Países Bajos, tuvimos que trasladar todo al inglés, así que tuvimos que cambiar algo del repertorio. Fue todo muy placentero y ya estamos pensando en un nuevo viaje”, agregó.
Reunidas en 1996, estas cuatro mujeres decidieron nombrarse Flores Negras, inspiradas en el título del tango de Francisco De Caro, abriendo así un camino poco transitado en el país al reafirmar el lugar de la mujer como intérprete de tangos. “En los años 90, era bastante raro que cuatro mujeres se pusieran a cantar tango. Después de ‘Buenos Aires 8’, que había sido el famoso octeto vocal tanguero, no había habido algo así, y menos femenino. Pero, entonces, nos topamos con Horacio Ferrer, Ben Molar y la gente de la Academia Nacional del Tango, que nos abrió las puertas, y algo de eso nos sorprendió”, recordó la cantora y docente. “De ese modo, y de a poco, fuimos entrando al mundo del tango, donde el glorioso Rubén Juárez se copó con lo que hacíamos y nos apadrinó, abriéndonos las puertas del Bar Homero, y eso fue un tesoro”, repasó Cañoni.
“El primer arreglador y fundador fue Oscar Laiguera. Con él comenzamos a probar, ya que venía de ser pianista de Rodolfo Mederos, y yo traía una tradición de música coral. Con esa experiencia y facilidad para cantar a voces, elegimos un repertorio. En una de nuestras primeras sesiones de estudio, comenzamos a superponer mi propia voz y nos gustó lo que sonó. De ese modo, empezamos a convocar a cantantes”, destacó Cañoni los inicios de Flores Negras.
“Luego de eso a la primera a quien llamé fue a Cecilia Bonardi, quien se entusiasmó mucho con la propuesta porque también venía de una tradición vocal de muchos años. Seguidamente, hicimos una especie de casting y aparecieron Laura Esses y Sara Galoppo, aunque el lugar de la soprano fue cambiando. Pero Laura, Cecilia y yo nos quedamos. Hoy, el cuarteto se coronó con la incorporación de Florencia García Casabal, quien terminó de armar el sonido del grupo. Con esta nueva formación, viajamos nuevamente a Europa”, recordó la cantora fundadora de la agrupación que cuenta con dos trabajos de estudio.
"Al principio, estábamos más atadas a los arreglos de Oscar Laiguera, pero poco a poco comenzamos a buscar nuestro propio repertorio y a trabajar con otros arregladores, como Diego Vila y Manu Navarro, un guitarrista exquisito con el que hoy estamos trabajando en las nuevas composiciones. Fuimos abriendo nuestro horizonte y empoderándonos en la línea que queremos seguir”, explicó en Cacodelphia.
“Le estamos encargando algunos arreglos a Manu porque nos gusta cómo trabaja, su estética y su delicadeza. Además, comprende bien la diferencia entre un coro y un grupo vocal, que no son lo mismo. Un arreglo para un coro tiene características que no se aplican a un grupo vocal, donde hay cantantes solistas que se juntan y cantan. En cambio, en un coro hay más cantidad de personas y las voces se distribuyen de manera diferente”, destacó sobre la importancia del trabajo de los arreglos, resaltando que estos no solo dan forma a la música, sino que también permiten a cada cantante destacar su voz individual dentro del grupo.
“Manu arregló el vals ‘La negadora’ de Victoria Morán, que nos gustó un montón, y luego le encargamos ‘Los pájaros perdidos’ de Astor Piazzolla. Estamos contentas porque encontrar a alguien que capte lo que queremos y lo exprese en los arreglos es genial. Juntos armamos una buena yunta”, resaltó.
Con respecto al rol de la mujer dentro del tango, Cañoni manifestó que hoy está más presente que hace 30 años. “Hoy hay muchas compositoras, cantantes y letristas, mujeres luchadoras que están proponiendo su arte con una nueva estética. Es importante estar atentas a eso. Nosotras también componemos, y así seguimos surfeando la realidad mientras continuamos cantando”, dijo.
Afortunadas en el juego
Actualmente, Flores Negras se encuentra en el proceso de grabación de su tercer álbum, y enfocándose en un disco dedicado exclusivamente a la obra de Astor Piazzolla. Además, están desarrollando un espectáculo en el que el humor jugará un papel destacado, buscando así equilibrar la densidad emocional del tango con momentos de risa que enriquezcan la experiencia del público.
“Estamos pensando en un nuevo disco exclusivamente con la obra de Piazzolla, ya que todas entramos al mundo del tango por él. También estamos armando un nuevo espectáculo que hemos titulado ‘Afortunadas en el juego’, donde está presente el humor, que alivia y enriquece el momento de cantar. Los tangos son densos y trágicos, mostrando una parte difícil, así que, si no nos reímos un poco, es muy complicado para el que escucha. Comenzamos a darnos cuenta de que podíamos jugar con eso y que a la gente le gustaba mucho. El humor es una veta del grupo que estamos tratando de explorar”, expresó Cañoni.
Agenda
El domingo 17 de noviembre, el cuarteto de tango Flores Negras brindará su último concierto del año. Se presentará en el Teatro de la Media Legua (Aristóbulo del Valle 185), donde contarán con la participación de Edgardo Acuña en guitarra.