Néstor Frenkel es uno de los cineastas cuya producción fue nombrada por el vocero presidencial como parte de las "películas que no veía nadie". Un contrapunto al revoleo de cifras que estila el Gobierno para justificar los recortes a la cultura.
Durante su habitual conferencia de prensa desde Casa Rosada, Manuel Adorni presentó el Decreto 984/2024, que modificará la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional, donde se elimina el subsidio anticipado a producciones que se comercializan a través de streaming o DVD. En palabras del propio Adorni: "Muchos previendo que iban a tener pocos espectadores pedían ese subsidio anticipado, cobrando un promedio de 50.000 dólares sin tener la película lista y en algunos casos nunca llegaba a producirse", consignó a éstas como "películas que no veía nadie" y enumeró una serie de producciones que tuvieron baja concurrencia de público.
Entre las películas que nombró el vocero presidencial, se encuentra Después de un gran día, el documental de Néstor Frenkel donde se aborda el fanatismo por Un gran día, una producción dirigida por Nicolás del Boca, con guion y producción de Enrique Torres, que fracasó en taquilla al momento de su estreno, pero recibió una valoración tardía que la llevó a la categoría de culto.
“Esto es un modus operandi del Gobierno que lo hacen en todas las áreas, siembran dudas, sospechas, le bajan el precio a las cosas para después atacarlas. Ahora se está discutiendo entre el presidente del INCAA y algunas asociaciones el nuevo plan de fomento, entonces para ganar terreno y meter presión hacen este chiste. Eso está mal”, describe Frenkel, y agrega: “Si vamos a profundizar en esto, hay películas que se han hecho solamente para cobrar un subsidio, existió esto de las películas famosas, pero no es que el INCAA es una bolsa de películas fantasmas. Ponete las pilas, investiga, si realmente lo que quisieran es mejorar las cosas, señalen lo que está mal para mejorarlo, pero acá la idea es romper, no es arreglar. También está mal a ese nivel”.
“Ni siquiera se preocupan en investigar cuáles son, si es que encuentran una película que sea una estafa”, señala el director.
Una de las principales modificaciones de la ley que anunció Adorni, tiene que ver con el fin de los subsidios que se dan de manera anticipada para la producción de películas. Al respecto, el cineasta opina: “Lo que dice este muchacho es absurdo porque no hay manera de saber antes si una película va a ser exitosa, ¿cómo vas a subsidiar las películas exitosas? No sabes, haces la película y después ves si tiene éxito. Además, es muy difícil medir el éxito y el fracaso, y mucho más difícil medirlo antes, hacer futurología”
Tanto Después de un buen día como Partió de mi un barco llevándome son dos producciones nombradas por Adorni entre las que "no mira nadie", pero que en la práctica vienen cosechando buena respuesta de parte del público en salas comerciales y espacios públicos. Frenkel dice que “esto no es conmigo ni con mi nombre, es revolear mierda para que la gente que quiere repetir estas cosas y tiene estas ideas en la cabeza de que si se hacen menos películas vamos a vivir mejor tenga algo más para repetir o sienta que esto es una verdad, de las películas que nombró hay dos donde mintió, es una mentira flagrante, claramente está mintiendo”
“Me lo tomo con calma un poco también porque ojalá el problema fuera yo, y en un punto ojalá el problema fuera el cine, pero es un poquito más amplio este plan de destrucción. Es con el cine, con las universidades, con la ciencia, con los satélites, con aerolíneas, con las cosas de los ríos, de los mares, los subsuelos, las Malvinas. Ojalá el problema fuera mi película o el INCAA”, concluye Frenkel.