Liderada por el presidente norteamericano George Bush, el 4 de noviembre 2005 se inauguraba la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata. Luis D'Elía, clave en la organización de la opositora “Cumbre de los Pueblos”, trabajó con Fidel Castro y Silvio Rodríguez. El dirigente cuenta cómo se gestó aquel acto histórico contra la alianza de libre comercio.
La "Cumbre de los Pueblos" fue un espacio clave en la construcción de una alternativa política a la agenda oficial que marcaba Estados Unidos. Luis D'Elía tuvo un papel fundamental en su gestación, que empezó un 17 de octubre de 2005 con un llamado de Néstor Kirchner.
"Me llama y me dice 'Negro, dejá todo lo que estás haciendo que tenés que ir a La Habana'. Yo era diputado provincial, voy, me dan la visa cubana y viajo. Mientras estoy haciendo la fila para acreditarme en migraciones, me buscan dos guardias de inteligencia cubana, me suben en un auto y me llevan al barrio de Benitamar. Me encuentro ahí con Miguel Bonasso y me presentaron a quien iba a ser mi contraparte cubana, que era el diputado del Poder Popular Silvio Rodríguez, y él me explicó cómo teníamos que armar la contra-cumbre", reconstruye.
En ese sentido, D´Elía cuenta que también "trabajamos Fidel (Castro) me dio un gran abrazo y me dijo este es el evento antiimperialista más importante de los últimos 50 años. Nos dimos un gran abrazo, nos despedimos. Esa fue una de las mejores experiencias militantes, nunca voy a tener con qué agradecerle esa responsabilidad”.
Se cumplen 19 años de la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata, organizada en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditórium el 4 de noviembre de 2005, que tenía como fin lanzar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero se dio un contrapunto histórico entre los gobiernos que respaldaban esa iniciativa neoliberal, con George W. Bush como referente y los lideres latinoamericanos en la "contra-cumbre" que se oponían a esa opción, representados por los mandatarios Néstor Kirchner, Lula da Silva y Hugo Chávez.
“La alianza del libre comercio para las Américas finalmente no se llevó a cabo y fue una enorme victoria de Kirchner, de Chávez, de Fidel, de Lula. Los paraguayos que jugaron muy bien ahí, Tabaré Vázquez, por ahí me olvido de alguno, pero América por primera vez le ponía un freno a algo que hubiese hecho muchísimo daño y que hoy es el debate que vuelve a producirse”, analiza en Los Mundos Posibles.
Sobre la importancia histórica de ese acontecimiento en las últimas dos décadas, asegura que “la unidad latinoamericana le puso límite a lo que fue el proyecto del libre comercio para las Américas que es ni más ni menos que la hegemonía norteamericana comiéndose a todo el continente latinoamericano, tuvo un límite tremendo”.