Inicio Los mundos posibles La señora que me parió, una obra de madre e hijo

La señora que me parió, una obra de madre e hijo

Hernán Casiari y Chichita se suben juntos al escenario para darle vida a una trama que ellos mismos definen como “lamentablemente, basada en una historia real”.


No soy actor porque un actor requiere poder interpretar textos de quien sea, yo solamente puedo hacerlo con los míos. No podría ponerme en la piel de un personaje. En todo caso, puedo interpretar mis cosas”, introduce Hernán Casciari sobre La señora que me parió, la obra teatral que protagoniza junto a su madre.

En diálogo con Los Mundos Posibles, Casciari explica que “mis cuentos están escritos primero que nada para ser leídos en voz baja por un lector, cuando empiezo a hacerlos incluso para radio, ya los empiezo a modificar. Cuando los hago para televisión, los modifico. Y para el teatro, muchísimo más porque involucra el cuerpo entero, la cara, movimiento, gestualidad. Tengo, de cada cuento mío, una versión para cada formato”.

hay algo que está ahí arriba del escenario que es la verdad descarnada y pura, después hay mucho humor y mucha emoción porque eso está en los guiones de lo que hacemos, las transiciones improvisadas le dan cierto ritmo de abismo porque nos podemos caer todo el tiempo".

Sobre La señora que me parió, asegura que “es sin duda, una obra que tiene una estructura de guión, porque son cuentos que yo leo y mi vieja interviene, pero en la transición de cada uno de esos cuentos ella sale para donde le pinte, y generalmente le pinta para diferentes lugares, hay mucha improvisación”.

Subirse al escenario es lo que más le gusta en la vida, estar interpretando o ser su propio personaje, le encanta, es una señora muy particular”, describe sobre Chichita, su mamá, y aclara que “cuando digo que hace lo que ella quiere, no quiero decir que sea un caos, sino que su propia mirada de su personaje hace que sea buenísimo, improvisa mucho, pero dentro de un patrón, y siempre lo hace para mejorar el espectáculo".

Por último, consultado sobre con qué se va encontrar el público, remarca que "hay algo arriba del escenario que es la verdad descarnada y pura, después hay mucho humor y mucha emoción porque eso está en los guiones de lo que hacemos, las transiciones improvisadas le dan cierto ritmo de abismo porque nos podemos caer todo el tiempo".

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