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"Matarlo y renacer", metamorfosis personal y artística de Natalia Lagos

La artista presenta su tercer disco que mezcla rock y tango en ocho canciones.

Natalia Lagos es cantautora, pianista, cantante de tangos y docente. En 2015, lanzó su primer disco, “Pisar en mi sombra”, seguido por “Tangos de hoy en piano y voz” en 2018. Su más reciente trabajo, “Matarlo y renacer”, se publicó en 2024, editado por Club del Disco. Además, es cofundadora del quinteto “Alto Bondi” y se destacó como cantante de la Orquesta Típica Fernández Fierro. En su tercer material, Lagos busca resumir todas estas experiencias.

“Todas esos momentos fueron muy importantes y fuertes para mí, y aportaron la tanguidad a esa identidad musical que se completa con el rock y el blues. Forzaron a mi yo tanguera y me hicieron madurar mucho mentalmente, porque el tango es un género bastante jugado en lo vocal, y su estudio me hizo evolucionar también como cantante”, contó la artista. “En este disco están plasmadas todas esas multitudes musicales que me habitan”, explicó la cantora y pianista.

“Matarlo y renacer”, el nuevo disco de Natalia Lagos, refleja, según ella, una profunda metamorfosis personal y artística. Este material da cuenta de un proceso de transformación que se manifiesta en cada canción, donde Lagos explora su propia identidad musical y poética, ofreciendo una visión íntima de su evolución creativa.

 “Este disco tiene que ver con un cambio de estado; es decir, dejar de ser la intérprete de tango nuevo para reconectarme con mi ser compositivo, algo más primario que tenía un poco desatendido. Me animé a soltar todo lo demás y dedicarme de lleno a este trabajo que comencé a pensar en tiempos de pandemia”, compartió. “Durante ese periodo, tuve la oportunidad de hacer un curso de composición donde empecé a liberar conceptos, a grabar, y así comenzó a germinar la idea de este disco”, remarcó.

Sobre el proceso de composición, la artista aseguró que al principio fue un camino lleno de contradicciones y dudas. “En principio, fue difícil asimilar el cambio abrupto de rutinas. Venía de ser parte de la Orquesta Fernández Fierro, lo que significaba estar mucho en el escenario, con viajes y entrevistas. De repente, me encontré sin nada de eso y con el deseo de componer, pero esa etapa al principio no fue satisfactoria, ya que mi propia decisión generaba mucha contradicción y nada me gustaba”, contó.

“Por suerte, apareció en mi vida el taller de composición que brinda Edgardo Cardozo, al que me habían recomendado varias veces. Fue el que me llevó hacia adelante y me sacó de esa situación de abismo en la que me encontraba. Se trata de un taller muy especial, en el que todas las semanas tenés que componer canciones, y me lo tomé muy en serio, generando espacios para la creación. Así fui saliendo de esa situación contradictoria, y eso me hizo muy bien”, explicó a Cacodelphia.

“Siempre he necesitado del estímulo externo para el movimiento; siempre he tomado clases y estado en grupo, así que esta experiencia me sirvió mucho a nivel personal”, destacó.

Tercer disco

El tercer trabajo de estudio de Natalia Lagos, recientemente editado y presentado en el CAFF, se compone de ocho canciones de su autoría, tanto en música como en letra, que transmiten una variedad de emociones. “Las canciones relatan experiencias de vida y recuerdos, y surgieron a partir de libros o series que estaba leyendo o viendo y que me resonaron de alguna manera. Es un disco muy humano, donde escribí sobre aquello que tiene que ver conmigo y con mis vivencias”, contó.

Fue registrado junto a Jonatan Álvarez en guitarra, Ignacio Santos en bandoneón, Carola Zelaschi en batería y Julia Subatin en bajo. El disco se grabó en Estudios ION entre julio de 2023 y marzo de 2024, y contó con la producción artística de Pelu Romero.

“Necesitaba otra mirada y Pelu fue fundamental en eso, no solo por su opinión y su ayuda en lo estrictamente musical, sino también por estar y acompañar en cada una de las etapas del disco, donde fue clave”, contó. “Otra pieza fundamental para la música fue mi querido amigo Jonatán Álvarez, con quien cofundé Alto Bondi. Él hizo los arreglos del disco y fue quien pudo captar el espíritu de las canciones, lo que le permitió desplegar sus arreglos. Su trabajo fue la vestimenta final, los brillos, el glamur; todo eso tiene que ver con él”, repasó.

La orquestación de “Matarlo y renacer” es más compleja que en los trabajos anteriores de la pianista, ya que cuenta con una variedad de instrumentos que expanden los ambientes sonoros. Aun así, la voz y el piano siguen siendo el núcleo de la obra.

“Esa sonoridad comenzó a surgir durante la etapa de composición, aunque es cierto que algunas cosas también surgieron por accidente en el trabajo conjunto que hicimos con Jonatán Álvarez. Muchas ideas estaban pensadas, y otras las pensamos juntos. Yo quería que el rock estuviera presente, porque es mi raíz, y eso se logró”, contó la pianista sobre la sonoridad de su nuevo material, que incluye guitarras, sintetizadores, violín, bandoneón, bajo, contrabajo y batería.

“Me encanta el tango; no reniego para nada del género, ya que me abrió muchas puertas y me formó como cantante. Ser parte de la Orquesta Fernández Fierro fue una experiencia muy intensa, aunque no duró tanto por la pandemia. Llegué para reemplazar al Chino Laborde y a Julieta Lazo, un desafío que no sé si llegué a lograr, pero estoy contenta y conforme porque di todo de mí, hice lo que podía hacer bien y no me guardé nada. La Fierro me marcó, sin dudas, aunque tenía un marco estético que no me representaba. Por eso, más allá de todas las cosas buenas que me brindó, necesitaba ir hacia otro lado”, describió.

El trabajo incluyó la colaboración de varios invitados, como Noelia Sinkunas, Walter “Chino” Laborde, la voz en “Soberbio Rayo sobre el mar”, y Paula Maffía, quien canta "Esencialmente". También participaron Julia Testa, violinista de la Orquesta Típica Fernández Fierro, y la pianista Ana Micozzi.

“Con el Chino Laborde, compartimos el trabajo 'Yendo de Charly al tango', un proyecto del Ministerio de Cultura de la Nación que realizamos en 2022 con la Orquesta Típica Say No More, dirigida por Juan Pablo Gallard. En ese marco lo invite a participar. En cuanto a Paula Maffía, llegamos a través de Carola Zelaschi, la baterista de Lucy Patané, quien también grabó en el disco y me hizo el contacto. No conocía a Paula antes, pero vino a grabar con mucha energía, predisposición y profesionalismo; tenerla ahí fue una locura para mí. Con Noe somos amigas. Ella estaba de gira cuando estaba grabando el disco, pero al regresar tocó unos teclados. Fue una maravilla que estuviera, porque me ayudó mucho. Es una persona muy solidaria y bondadosa que siempre está dispuesta a ayudar. Por eso, compartir con ella fue una gran alegría. Su participación fue un moñazo”, detalló Lagos.

En este álbum, Natalia Lagos no solo cantó, sino que también tocó arreglos de piano y sintetizadores, además de asumir la producción general. De este modo, se enfrentó al desafío de liderar el proyecto, aportando su perspectiva creativa en cada detalle musical.

“La verdad es que tenía una manija bárbara de hacerme cargo; estaba un poco cansada de que me dijeran lo que tenía que hacer. Nunca serví para sesionista y mi lugar en la Orquesta Fernández Fierro era un poco ese, lo cual me costaba. Pensé que no me iba a costar que me dirigieran, pero no fue así. Con ‘Alto Bondi’, el trabajo era más colectivo, donde, al no estar presente la figura del director, todos componíamos, y eso era interesante. Venía de esas experiencias, y al entrar a la Orquesta perdí por completo esa dinámica. Así que comencé a grabar con una sed de liderazgo real, muy entusiasmada; quería grabar todos los instrumentos. Para eso, tomé unas clases de producción musical, y luego empecé a aflojar y a tejer algunos lazos”, explicó la artista nacida en Azul.

“Nunca antes le había puesto tanta energía y amor a casi nada, ni siquiera a ‘Alto Bondi’, proyecto al que realmente le dediqué mucho cariño. Todo esto es también una novedad para mí. Me puse a prueba y me vi tomando decisiones que antes no había tomado. Por eso siento que este trabajo es un renacer artístico para mí, ya que asumí nuevos desafíos. Me metí en un baile que no sabía que iba a ser tan intenso y que se fue complejizando con el correr del tiempo”, explicó Lagos.

“Desde hace años que me vendía diciendo que quería encarar un proyecto solista, pero nunca lo hacía. Hoy, después de varios tropezones y caídas, logré el bienestar que te brinda hacer lo que realmente se dice. Esa coherencia da una tranquilidad infinita; te vas a dormir tranquilo, porque encontré que podía hacerlo, y eso me dio mucha paz”, recalcó.

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