De manera despojada y en libertad, la cantante se lanzó a explorar sonidos y letras que reflejan sus experiencias más profundas.
“Esta nueva etapa, parte desde un despojo, no es algo que pensé racionalmente (...) Este nuevo capítulo, en este formato, ha surgido como una necesidad. Es muy simbólico y metafórico; no es algo que pensé racionalmente. Después de muchas cosas que han pasado en mi vida, me he encontrado en un estado de recogimiento y reflexión. Pero en ningún momento se pensó en lo que no hice para lograrlo, sino en la necesidad de compartir de esta manera”, contó Nadia Matilde, dando cuenta de la necesidad de soltar viejas ataduras y de reinventarse artísticamente
La cantora e intérprete radicada en La Plata, habló sobre los desafíos que enfrenta en este nuevo comienzo, los cuales le permiten disfrutar de la libertad de elegir y jugar en soledad. “Uno de los desafíos que asumí claramente es que tengo que acompañarme con los instrumentos a mí misma, algo que nunca he hecho en vivo. Es la primera vez que encaro algo así, y ese es el gran desafío, porque estoy sola y, al estar sola, hago lo que quiero”, dijo la artista nacida en Canadá, hija de madre chilena y padre pampeano.
“De repente, me di cuenta de que quería ser lo más libre posible en el marco de un sistema exclavizante. Entonces comprendí que no era libre para hacer lo que más amo en el mundo, que es la música, porque siempre necesitaba de alguien que me acompañara. Cuando me di cuenta de eso, entré en un nivel de contracción total y decidí comprarme una guitarra y comenzar a tocar. Advertí que, si quería ser libre, tenía que saber acompañarme y no depender de nadie. Amo hacer música con mis compañeros, pero también necesitaba esa libertad para determinar mi propio camino”, explicó en diálogo con Cacodelphia.
La cantora comprende que la libertad que buscó tiene sus límites y sus reglas. “Todo tiene sus límites, como todo juego tiene sus reglas, y eso es lo que hace divertido a un juego: que tenga sus normas y que esas normas se respeten. Ahora voy a jugar este juego”, dijo, entre risas, reconociendo que la verdadera diversión reside en entender y aceptar esas condiciones.
En un marco de soledad y acompañada de su guitarra, el cuatro venezolano y el bombo, sobre el escenario de La Bicicletería, Nadia Matilde presentó un repertorio completamente nuevo. “Fue un concierto bastante performático, por eso lo he llamado ‘La que mira soy yo’, para que haya una lectura de lo que estoy mirando y desde dónde lo estoy mirando. No es solo un repertorio y un orden de canciones cuidadosamente seleccionadas del cancionero latinoamericano, sino que también hay un costado conceptual, performático y súper metafórico que invita a la reflexión y a la conexión emocional con el público”, expresó.
Acompañada de Malena Martinic, “mi compañera, mi cómplice, mi oráculo”, Diego Martez, Néstor Gómez, “un maestro que aceptó de manera muy generosa la invitación”, José Gala y Juana Molina, percusionistas chilenos con los que interpretó un bloque de música chilena, la cantora e intérprete presentó un repertorio compuesto por la obra de Violeta Parra, Víctor Jara y Rafael Amor, grandes referentes del canto latinoamericano. También incluyó canciones de colegas contemporáneas que admira profundamente, como Camila Vaccaro y Pickúa Martinez, así como temas que pertenecen al cancionero popular mexicano.
“Siempre me he considerado una buscadora de tesoros. En mi rol de intérprete, busco canciones que forman parte de ese cancionero oculto y olvidado (...) Además, ahora apareció la compositora”, expresó, quien junto a la poeta Malena Martinic Magán escribió un triunfo que se llama ‘Fracaso’. “Nadie puede entender que hayamos hecho un triunfo”, añadió.
“Tener proyectos en estos tiempos violentos es algo vital"
Nadia Matilde tiene dos discos editados: “¿Qué palabra te dijera?”, producido por Omar Gómez, y “Abre sonoro”, que fue producido por Pedro de Prada. En octubre, lanzará un nuevo material junto al guitarrista y productor chileno, Alfonso Pozo. “Tener proyectos en estos tiempos violentos es algo vital y es un montón para lo que estamos viviendo”, dijo.
La cantora aseguró que cuando surgen preguntas y dudas sobre para qué y por quién cantar, apela a los referentes, aquellos que se jugaron la vida por sus ideales. “Muchas veces me pregunto para qué cantar o qué hacer, si mientras le están rompiendo la cabeza a un jubilado en la calle, yo estoy ensayando una canción en mi casa. Ahí es cuando vuelvo a los grandes referentes y laburantes del arte que realmente se jugaron la vida. Por ejemplo, escucho a Víctor Jara, a Rafael Amor y a todos aquellos que considero faros y que tenían muy claro cuál era su rol como artistas y el lugar que ocupaban en la sociedad. Cuando me aparecen esas preguntas, vuelvo a ellos y ahí encuentro las respuestas, y por eso sigo. Un día estoy ensayando y al otro día estoy en la marcha. Es importante volver a los referentes que nos dejaron grandes mensajes hacia el futuro, porque las cosas siguen igual o peores”, reflexionó.