El músico reflexionó sobre su trayectoria y la influencia de su barrio en su música. Habló desde su espacio "El Peñón de Toby" hasta su llegada al Centro Cultural Kirchner y celebró la premiación del film "El Último Tango", donde participó.
Toby Villa es un talentoso músico y bandoneonista originario del barrio de La Cumbre, con una trayectoria que abarca muchos años en el mundo de la música. A lo largo de su vida musical, ha generado y reinventado espacios para la música colectiva, promoviendo la colaboración entre artistas y el intercambio de ideas. En el aire de Cacodelphia, el músico dejó algunas frases que lo definen: “Andando vamos haciendo los caminos”, “Seguimos haciendo lo que podemos”, “Intentar definirme es enjaularme un poco” y “Lo bueno es que se está desconcertando mucha gente”.
El músico presenta el jueves 10 en Estación Provincial “El Peñón de Toby”, un espacio creado para compartir y disfrutar. “El peñón es un refugio que inventamos para celebrar y confirmar que estamos acá y nos podemos encontrar para juntar fuerza”, contó Villa. Además, adelantó que en ese marco presentará el mismo repertorio que realizará en el Centro Cultural Kirchner.
En Estación Provincial se presentarán Ezequiel Torena, El Pedregullo y La Siempre Alegre. Además, bailarán Clavelina Gómez, Héctor Pérez, Morro Corbalán y Sol Salto. “Está linda la Estación Provincial, es un espacio del que uno tiene muchos recuerdos, ya que son de esos lugares de la ciudad que supieron arder en la madrugada platense”, dijo.
En el CCK
Recientemente, Toby Villa alcanzó un logro significativo en su vida musical: su llegada al Centro Cultural Kirchner (CCK), un espacio reconocido y de gran importancia en el panorama cultural argentino. Este logro es un testimonio de su constancia, esfuerzo y dedicación a lo largo de los años. El músico se presentará allí el próximo miércoles 16 de octubre, en el marco de la Peña Federal, que es organizada junto con la Red de Casas de la Cultura. En esta Peña, se presentan cuatro destacados artistas de diversos puntos del país.
“Se trata de una convocatoria para cuatro bandas de los cuatro puntos cardinales y yo entré por la Patagonia, porque tengo residencia por aquellos lados (...) Me eligieron entre más de 100 inscriptos de todo el país y eso es una gran alegría. Los trabajadores del lugar pudieron armar este espacio y estamos contentos de estar; son espacios que hay que ocupar”, añadió.
“Siento una gran alegría de estar ahí. Más vale que no voy a tocar en La Ballena Azul, pero ya metimos el pie y eso es algo que sabía que en algún momento iba a suceder. Por eso me siento alegre, y la gente que me acompaña también siente esa alegría, porque somos todos artistas callejeros que llegamos a uno de los centros culturales más importantes de Latinoamérica. Y eso no es moco de pavo, así que estoy muy alegre. De alguna manera, esto demuestra que podemos llegar a ocupar esos lugares”, expresó.
Los Intergalácticos
Este viernes 11, en Ensenada, el músico se cuelga la guitarra eléctrica y sube al escenario con “Los intergalácticos”, un grupo con el que está recuperando parte del material que formó parte de su primer tiempo musical. “Ahora volvimos al rock y seguimos con el bandoneón, algo que quería hacer hace un montón. Cosas que se dan sin esperarlas, de casualidad”, dijo.
“Un amigo del barrio, el viejo Moreno, me dijo un día: ‘Hacete solista porque con eso te vas hasta la tumba’. Y algo de razón tenía. Los grupos son hermosos, pero a veces se hace difícil sostenerlos. Por eso, a este proyecto busco manejarlo con la misma lógica de ‘La típica del cosmos’, es decir, que contenga ese movimiento de integrantes según donde ande, y que podamos subir y tocar esté quien esté. Eso es lo que nos mantiene el pulso”, dijo el músico.
“Estoy grabando temas que hicimos hace 25 años y que quiero mostrar porque no se registraron nunca; temas de Predicador Solar que no se registraron y algunos que ni siquiera se tocaron. Estamos con viejos amigos con los que comenzamos a caminar: Manu y Fabricio Córdoba, con quien hace 30 años tocábamos juntos; también está Pablo ‘El Diente’ Arguello, que tenía 15 años cuando tocábamos y que hoy forma parte de Straños del Universo. Es decir, es una performar del barrio La Cumbre. Porque el barrio siempre está presente”, contó.
El último tango
Recientemente, “El Último Tango”, el film de Santiago Pacheco, ganó el premio a Mejor Película de Danza 2024 en el Festival de Cine de Austria. La dirección musical de la película la realizó Toby Villa, quien aportó su estilo para realzar la narrativa visual a través de la música.
“En la película metí algunas composiciones y también unos arreglos. Entonces, el premio es otra gran alegría, porque entiendo que están votando al tango, que es una de nuestras músicas. Es el género que nos representa en el mundo, junto con el folklore y el bandoneón”, contó el músico. También destacó a su maestro, Pucho Corali, quien ha tocado en la Orquesta Típica Miguel Caló. “Junto con Jorge Pinchevsky fueron dos maestros con los que me he cruzado”, dijo.
La esencia del barrio
Al ser consultado sobre cómo ha influido La Cumbre, su barrio, en su música y en su estilo, el músico aseguró que allí encontró sus raíces. “Hace 30 años tocábamos en el 9 de julio el club de barrio: Ahí comenzó a girar la rueda”, aseguró.
“Hace 20 años, tenía 24 años y, con Yamil Salvador, le estábamos produciendo el disco a Pinchevsky, quien había grabado en los estudios de Pink Floyd, había dado la vuelta al mundo y fue el fundador del rock nacional. Hoy me doy cuenta de que la rueda siguió girando y por eso llegan las cosas que tienen que llegar en el momento adecuado. Por eso digo que ando sin expectativas; sé que tengo que andar porque la música sola no se va a hacer escuchar”, dijo. Y agregó: “Estamos muy contentos porque estamos viendo cómo las semillas que hemos sembrado van dando sus frutos. Por eso no hay que bajar los brazos”.
“El viejo Moreno, que es un viejo pillo, me dijo que si quería andar, debía ser 50 por ciento músico y 50 por ciento manager, porque nadie iba a venir a tocar la puerta. Esa frase quedó resonando en aquella juventud que comenzó su vida musical en aquel barrio donde se hablan esas historias que se cuentan en la música popular”, dijo Villa. “Por eso, cuando alguna vez me preguntaron con qué música me identifico, me di cuenta de que la música que me identifica es la que yo hago, la que me sale, y la que viví en ese barrio”.