“La obra da cuenta de todo lo que se pierde cuando se naturaliza la crueldad, de todo aquello que queda en el camino a partir de los discursos de odio y la persecución ideológica que hoy parecen amplificarse", señala su director, Gustavo Delfino.
“Nostalgia del Aire” es una versión libre de “El Diario de Ana Frank” que cuenta con dramaturgia y dirección de Gustavo Delfino, protagonizada por la actriz platense Lucía Badaltoni.
La pieza teatral retoma las herramientas del teatro contemporáneo en un formato unipersonal. A través de la historia de Ana Frank, la obra construye y actualiza un espacio simbólico y emocional, donde se presenta un testimonio de resistencia, memoria y reparación histórica. Crea un universo poético que actualiza el mensaje conmovedor e invita a reflexionar desde el arte sobre la importancia de la memoria social.
“Es una obra muy pequeñita, muy sencilla, que nació en el marco de la pandemia y que hoy se torna como un espejo que nos muestra que aquello que se contaba en aquel tiempo, en otras geografías, en la actualidad está presente en muchos discursos de odios y persecución que están de regreso y buscan instalar una nueva cultura de la liviandad y la crueldad”, expresó Gustavo Delfino.
El proyecto empezó a gestarse en un encuentro de teatro virtual durante 2020. "Comenzamos con Lucía que entonces tenía 15 años, a realizar una experimentación, pensando que todo pasaba en un mes. Cuando vimos que la cosa no avanzaba tan rápido, en el medio de tanta angustia, empezamos a pensar en la puesta en escena de esta obra que surgió a partir de una relectura del Diario de Ana Frank. Desde entonces, pudimos llevar la obra a distintas salas independientes de la ciudad, estuvimos en la Universidad de las Madres y la presentamos también para los estudiantes del Plan Fines, donde se transformó en una herramienta para discutir muchas cuestiones”, contó Delfino.
“La obra da cuenta de todo lo que se pierde cuando se naturaliza la crueldad, de todo aquello que queda en el camino a partir de los discursos de odio y la persecución ideológica que hoy parecen amplificarse. Al mismo tiempo, invita a reflexionar sobre cómo hay pibas y pibes que creen que el mundo puede ser de otra manera, y que esos discursos rancios no tienen lugar”, explicó el actor, director y dramaturgo con un amplio recorrido por la escena independiente de la ciudad.
Para Delfino, los elementos de la historia de Ana Frank que resuenan en el presente tienen que ver con los discursos de odios y ciertas miradas indolentes que celebran la crueldad. “Cuando esa oscuridad espiritual de la conciencia se amplifica y es celebrada, aplaudida y naturalizada, se lleva puesto todas las manifestaciones de la vida”, expresó.
“Las ideas y los discursos totalitarios casi siempre nacen desde la frustración, desde el resentimiento de una parte de la sociedad que considera que merece algo más de lo que ya tiene y necesita depositar en alguien todo su fracaso. En nuestra historia como país, eso lo hemos visto muchas veces. En un principio, la culpa de todo fue de los indios; luego, de los gauchos; más tarde, de los inmigrantes, a quienes en un comienzo celebramos su llegada porque había que purificar la raza. Sin embargo, cuando llegaron los pobres anarquistas de Europa, también fueron señalados como los responsables de todos los males. Hoy, otros son los que encarnan y ponen el cuerpo a esos discursos de odio”, expresó en diálogo con Cacodelphia.
“El arte es una trinchera en la cual podemos guardar esa memoria"
"El diario de Ana Frank" aborda temas como la persecución, la guerra, la pérdida de la infancia y la búsqueda de identidad. A través de las reflexiones de Ana, una adolescente judía que se esconde durante el Holocausto, se exploran sus sueños, miedos y anhelos. La obra también toca cuestiones de libertad, la naturaleza humana y la esperanza en medio de la adversidad. “El desafío mayor que asumimos fue pensar cómo construir belleza, como construir poesía, en el marco de una historia tan cruel y dolorosa”, dijo Delfino. "Por eso todo el tiempo estamos jugando con la poética de la luz, con la música y con un vestuario mínimo que potencie la emoción de la obra”, agregó.
“Es una obra que se fue armando por fragmentos con la idea de contar de una manera poética, bella, amable, no morbosa, para poder hacer un acercamiento desde nuestra óptica desde lo que nosotros creemos y sentimos que significa hacer hoy el Diario de Ana Frank’. No quisimos hacer una pintura ilustrativa de ese diario”, dijo.
De gira por la provincia
La obra se presentará este mes en espacios no convencionales de las ciudades de 9 de Julio y Pehuajó. La idea, expresó Delfino, es llegar a nuevas audiencias y crear espacios innovadores para la expresión artística, fomentando así el diálogo y la conexión con diferentes públicos.
“En Pehuajó armamos un ciclo que se llama ‘Nuevos Escenarios’, a partir del cual buscamos generar otros espacios artísticos. No es en contra de las salas convencionales, pero me parece que está bueno llevar al público a otros lugares (...)Entendemos que cuando se persigue a la cultura, no hay que encerrarse, sino que hay que contagiar a la ciudad de cultura desde más espacios, para que sea imposible detenerla y para que el público sienta que el arte está por todas partes”, añadió.
“El arte es una trinchera en la cual podemos guardar esa memoria, esa conciencia social a través de la cual podemos preguntarnos dónde estamos, qué queremos ser y cómo podemos lograrlo”, destaca.