Durante la vigilia por el 18° aniversario de la segunda desaparición de Julio López, invitó a pensar qué aportes puede hacer el periodismo a narrar y preservar historias. Un oficio para evitar el olvido.
"Es un momento muy difícil, algunas cosas que ya dábamos por sentadas están de nuevo en tela de juicio y hay que volver a explicarlas", expresa la periodista Adriana Meyer en el marco del 18° aniversario de la desaparición de Jorge Julio López.
Actualmente está trabajando como docente universitaria en un seminario sobre construcción de memoria, y eso la lleva a pensar cómo tender puentes entre generaciones y que los más jóvenes conozcan casos como el de López. "¿Por qué nunca la historia se enseña hasta el tiempo más presente?", se pregunta.
"El antídoto contra la desmemoria son actividades como la vigilia de Futura o lo que podemos hacer desde las universidades. Hay que militar la memoria", suma.
En su libro "Desaparecer en democracia", a través de una vasta investigación y un ejercicio de memoria, reúne por primera vez las desapariciones forzadas a lo largo de cuatro décadas. Allí aborda los casos de Miguel Bru, Santiago Maldonado, Osvaldo Sivak, Luciano Arruga, Andres Núñez, Marita Verón, Iván Torres, Natalia Mellman, López. En el 30% de los casos abordados, el cuerpo de la persona desaparecida no está. "Qué bueno que este libro sea un lugar donde encontrarlos a todos", señala.
"La columna vertebral de este material me la dio el informe de CORREPI, caso por caso, en todos los pueblos y ciudades de Argentina", resalta en referencia a la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional. "Estas historias se me han hecho carne, tengo amistades que he construido a partir de estos casos", remarca.
