Mariana Eva Pérez volvió a exigirle a la Justicia ser reconocida como víctima en nombre propio, en el desarrollo del juicio por el cuál espero toda su vida. Los 20 años que Juan Carlos Vázquez Sarmiento estuvo prófugo y la comitiva de la cual formó parte en la visita de los diputados.
“No es solamente muchos años de espera, sino muchos años en los que uno se encuentra siendo auxiliar de la Justicia, aportando para que digan, ‘sí’, ‘no’, sí es o no culpable, pero no se investiga demasiado, la carga de la prueba sigue estando del lado nuestro, es agotador”, confiesa Mariana Eva Pérez.
La autora de Diario de una princesa montonera dio testimonio ante el Tribunal de San Martín, en la audiencia por el juicio de la causa Mansión Seré IV y RIBA II. Pérez es víctima y querellante por la desaparición de sus padres Patricia Roisimblit y José Manuel Perez Rojo.
En conversación con Los Mundos Posibles, la escritora asegura que “en un momento yo también quisiera dar vuelta la página, que el próximo juicio sea el último, no quiero estar querellando, ¿hasta cuándo? Aparte ya no depende de mí, sino de la sobrevida de los imputados, cuando no haya más ¿qué hacemos? ¿cómo se sigue? Porque vamos a terminar haciendo juicios por la verdad histórica, que ya se están haciendo, porque está el derecho también de las víctimas a ser reconocidas por lo que les pasó, pero hay que cerrar esto con Justicia”.
En su testimonio en el juicio se focalizó en contar cómo se gestó el secuestro de su padre y su madre embarazada, a manos de la Fuerza Aérea, crimen por el que está imputado Juan Carlos Vázquez Sarmiento.
“Llegar muchos años después al mismo lugar, mirando a una de las mismas juezas a los ojos otra vez, es un déjà vu total y solamente porque Vázquez Sarmiento, uno de los imputados que en ese momento estaba prófugo, fue encontrado y entonces lo estamos juzgando", explica.
Por último, Pérez remarca que “no se avanzó en ninguna otra cosa, me volvieron a tomar testimonial a mí, a un testigo presencial que tuve que insistir demasiado, una persona de más de 90 años, porque ya se murió otro testigo presencial importantísimo, que no lo citaron nunca, también mueren los testigos, los imputados, las víctimas, no se puede esperar más, ¿Cuántos años tenemos que esperar? Estamos hablando de hechos que pasaron hace 46 años”.