Inicio Ciencia Ballenas en la costa del Río de la Plata, un fenómeno cada vez más frecuente

Ballenas en la costa del Río de la Plata, un fenómeno cada vez más frecuente

El hallazgo de un ejemplar varado en la zona ubicada entre La Balandra y Punta Indio sorprendió a los lugareños. Sin embargo, desde la ciencia explican que el suceso no es novedoso.


No es un hecho sorprendente, es esperable, si bien no es frecuente porque no tenemos todos los años animales en las costas del río, pero es un hecho que se ha dado en otras oportunidades, señala Diego Rodríguez, biólogo de la Universidad Nacional de Mar de Plata e investigador del CONICET.

En diálogo con Los Mundos Posibles, Rodríguez remarca que “también hay que considerar que el Río de la Plata es un estuario, es una zona intermedia, una mezcla entre el río y el mar, pero independientemente de esto ya se han registrado incluso animales de esta misma especie, que es una ballena jorobada”.

Según lo describe el entrevistado, se registraron tres ejemplares de la especie ballena jorobada en Punta Lara, hace una década, en Isla Talavera (Río Paraná, Entre Ríos), cerca de Ramallo, y en el Delta.

Si bien no es un hábitat natural o frecuente de estas ballenas, muchas veces los animales pueden llegar sin ningún inconveniente, pueden acercarse a la costa por ciertas circunstancias, o muchas veces son los cuerpos que aparecen, no es frecuente pero ya ha ocurrido”, aclara.

Este fenómeno está directamente vinculado con el crecimiento de la espacie y también con el ciclo reproductivo de estos ejemplares. SObre este último punto el entrevistado explica que “se concentran en zonas particulares de la costa para reproducirse, se juntan todos los animales, machos y hembras; para esta especie el pico es entre agosto y noviembre aproximadamente, se producen todos los episodios reproductivos, y cuando termina la estación reproductiva, se dispersan individualmente y van hacia zonas de alimentación”.

Por último, Rodríguez concluye que “en el mundo ya hace muchos años que nadie se preocupa, nadie pone como una amenaza para las ballenas la caza y el tráfico naviero, hay formas de gestionarlo, no es un problema de enorme escala, no es que tengamos todos los años 15 o 20 ballenas muertas en la playa, pero es un problema a tener en cuenta”.

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