Se trata de una zoonosis, con baja transmisión de humano a humano. El primer caso que tuvo nuestro país se registró en 2022, este año ya hay 10 casos confirmados de una variante más agresiva.
A mediados de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud pública internacional de Mpox, conocido como “viruela del mono”. El virus se transmite a través de contacto físico estrecho de persona a persona como por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca con boca, boca con piel, incluida la vía sexual.
“La alerta fue con el objetivo no de sembrar miedo, sino de ocuparnos para tener información. La idea es difundir la situación y también dar directrices para poder detectar y manejar adecuadamente los casos”, explica Daniela Hozbor, del Laboratorio VacSal, Instituto de Biotecnología y Biología Molecular dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y del CONICET.
Según el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, hasta el 17 de agosto en Argentina se confirmaron 10 casos, que no están vinculados a la propagación actual del virus en África, sino que se asocian con la variante clado II que circula desde el primer brote en 2022.
En América todavía no se han registrado casos de esa variante y en Argentina por el momento lo descartan como urgencia. “Las vacunas son limitadas y están dirigidas a población en riesgo. El buen uso de las vacunas no hace falta una inmunización masiva como fue el caso de una pandemia”, diferencia Hozbor en Los Mundos Posibles.
“Lo tuvimos en el 2022 y ahora vuelve en el 2024 con una variante del virus que es el Clado 1B, que sostiene la transmisión persona a persona. Esta enfermedad no es nueva, sino que tiene historia y al principio solo se describía con casos así como de zoonosis de animal a humano, después se vio que había transmisión también humana a humano y ahora con esta variante un poco más sostenida, abarcando más grupos etarios”, concluye la entrevistada.