Inicio Categorías Sociedad "La llamé a Tita Merello para que apoye una solicitada y me preguntó qué eran los gays"

"La llamé a Tita Merello para que apoye una solicitada y me preguntó qué eran los gays"

Alejandro Modarelli es escritor y periodista, reflexiona sobre las décadas del ´80 y ´90 y el avance militante de la diversidad sexual. La importancia de Carlos Jauregui, a 28 años de su muerte.


Si había algo que se había optado por privilegiar en la década del 90, una vez que se fundó Gays por los Derechos Civiles, que es donde empecé a militar, fue la idea de la visibilidad y esa visibilidad tenía sus costos. Era una época donde no había hábito de debatir sobre el tema de la divergencia sexual”, recuerda Alejandro Modarelli, escritor, periodista, dramaturgo, activista LGBT.

Durante la década del ´80 realizó diversos trabajos de investigación sobre el nacimiento de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) en el año 1984. “A diferencia del Frente de Liberación Homosexual (FLH), la CHA se puso como misión y como objetivo el contacto con los medios de comunicación, además de crear una alianza con los grupos de derechos humanos”, cuenta y recuerda que el FLH en los ´70: “Había tratado de generar un vínculo con lo que era el movimiento revolucionario y el peronismo, la juventud peronista”.

En diálogo con Los Mundos Posibles, Modarelli destaca la importancia de Carlos Jauregui: “Con los grupos de derechos humanos, terminaron realmente por tener un muy buen efecto, él fue muy insistente porque al principio se resistían a considerar que un homosexual y que la sexualidad misma pudiera ser un derecho humano, en eso realmente fue un trabajo que tuvo mucho éxito”.

El objetivo fue considerar el libre ejercicio de la sexualidad como un derecho humano. Eso fue algo que les costó mucho en la época de Alfonsín. Fue un trabajo muy lento”, pero diferencia que durante los años ´90: “Se empezó a debatir con mucha más frecuencia el tema de las diversidades sexuales, había una especie de legitimación de todo eso, incluso de parte del poder político”.

Un personaje conocido de la época era el cardenal Antonio Quarracino, que tenía un programa en ATC canal 7 -hoy TV Pública-, que se llamaba ‘Claves para un mundo mejor’ y en alguna emisión había dicho que todos los homosexuales debían irse a una isla a vivir con sus propias leyes. Modarelli rememora que hubo una campaña con periodistas cercanos y la revista La Maga para ir contra eso: “Me acuerdo hablar con Tita Merello, me dice que no entendía que era gay, fue desopilante, me atiende el teléfono y yo le digo que si quería firmar una solicitada, si quería incorporarse al apoyo, al juicio contra el cardenal".

Por último, Modarelli resalta que Carlos Jáuregui “tenía una voz que creaba mucho interés, era una voz como muy profunda, ciertas características que hacían muy interesante su carisma para presidir la CHA, porque se buscaba que hubiese alguien que la sociedad terminara aceptándolo como efectivamente pasó, él tenía una gran capacidad de discurso, rapidez en las respuestas y una preparación que hacía que fuera el personaje ideal para ese momento”.

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