El director Hugo Crexell refiere los detalles de esta película que nació a partir de una anécdota familiar y hoy le pone voz a una parte de la historia argentina que fue silenciada.
A mediados del mes de agosto, el buque Alfonso de Albuquerque se encontraba realizando tareas de dragado en las aguas del Rio de La Plata, entre las ciudades de Berisso y Ensenada. El personal de la embarcación se sorprendió al descubrir entre los residuos del dragado la cabeza de un mortero. Hasta el momento no se han dado a conocer los resultados del peritaje que puedan confirmar su origen, pero la hipótesis que se baraja lo relaciona directamente con los bombardeos que se produjeron en Barrio Campamento durante el golpe de Estado de 1955.
“La primera reflexión que me viene es qué lindo, qué interesante cuando la historia se abre camino. Por más que sea una historia como esta, que fue silenciada durante tantos años y que mucha gente no conoce, aún así tiene formas de emerger y esta es una de ellas, un testimonio casi innegable de aquello que pasó”, introduce Hugo Crexell en Los Mundos Posibles.
Crexell es director y productor de cine. Uno de sus últimos trabajos documentales es Ensenada 55, una película donde relata los hechos sucedidos en septiembre de 1955 durante el golpe de Estado protagonizado por la autoproclamada “Revolución Libertadora”, que derrocó al Gobierno democrático de Juan Domingo Perón para imponer una dictadura militar.
La maniobra anti-peronista que ejecutó ese golpe de Estado encontró oposición en distintas ciudades del país como Tandil, Bahía Blanca y Curuzú Cuatiá en Misiones. En las orillas del Río de la Plata, Ensenada también fue uno de los focos de resistencia donde civiles y militares leales a Perón se enfrentaron a los golpistas, desatando un cruento combate, que incluyó un bombardeo sobre Barrio Campamento y dejó un saldo de varias muertes.
“No es la primera vez que se hallan artefactos de este estilo en los canales del Puerto de la Plata, pero es la primera vez que toma así como grado de noticia, y no creo que sea la última tampoco, por lo que yo sé, y tengo la fuente porque lo hemos investigado para la peli”, sostiene Crexell, y agrega: “Hubo de todo, no sólo proyectiles de mortero, también se han encontrado bombas de aviones sin explotar, lo cual también es peligroso, toda esa zona está llena porque hubo un verdadero bombardeo y un combate, de lo cual no se tiene mucha información, porque básicamente fue silenciado”.
Finalmente, y pese a la resistencia ofrecida tanto por los militares como por civiles leales a Perón. El presidente priorizó la vida y renunció a su cargo para evitar mayores derramamientos de sangre. Lo que siguió para él fue el exilio y la proscripción, mientras Argentina era gobernada de facto por los generales de la "Revolución Libertadora".
Según la mirada del cineasta, esta parte de la historia no ha sido muy conocida. Crexell recuerda que esta historia le llegó a través de su padre: “Yo no nací en La Plata, no tuve vínculo con Ensenada hasta hace unos años, pero sí con esta historia porque mi papá era aviador naval y él me contaba en sus historias cómo había bombardeado la Escuela Naval de Ensenada, cómo había participado de la defensa del gobierno peronista. Él era peronista, era leal al gobierno constitucional de Perón y justamente el presidente lo convoca y le dice Crexell, por favor, confío enteramente en usted, sálveme. Era como una anécdota más cercana a la ficción que otra cosa, hasta que me puse a investigar”.
“Fuimos con mi compañera, con Paula Tagliabue, que hicimos la investigación, y empezamos a tirar del hilito de la historia y me di cuenta muy rápidamente que todo esto que él me contaba había pasado, y lo que en principio era como una anécdota familiar de sobre mesa de domingo, de repente pasó a ser un capítulo olvidado, y después nos dimos cuenta silenciado, a propósito de la historia argentina”, concluye el director sobre cómo nació la idea de encarar este documental.
Uno de los detales que hace complejo a este episodio histórico, y que se enlaza con el reciente hallazgo de la pieza de mortero en Ensenada, tiene que ver con el fuego cruzado entre leales y golpistas. El entrevistado lo explica: “No solamente los bombardeos fueron de parte de las fuerzas leales, también hubo bombardeos de las fuerzas que se habían sublevado. De hecho, algo que me contaba mi viejo es que muchos aviones despegaban de la base aérea de Morón y se daban vuelta en el aire, se cambiaban de bando y terminaban haciendo lo contrario a lo que mi viejo les había pedido que hagan, se terminaban plegando a la revolución”.
Además de los testimonios que pudo reconstruir en torno a la figura de su padre,otro de los protagonistas de este documental es Rodolfo “el Flaco” Ortiz, un habitante del Barrio Campamento, que fue de los más castigados durante el bombardeo: “El padre del Flaco era trabajador ferroviario, se había quedado a asistir al 7° de Infantería y con su familia, incluso con el Flaco que tenía meses, él no se acuerda de nada, pero sí tiene una hermana más grande que se lo relató, y luego fue como también reconstruyendo un poco el relato, y el relato es que una bomba cayó encima de su casa, en el barrio Campamento, en la calle Gallino, y explotó, produciendo una onda expansiva que hizo que se cayera el techo de la casa, y una esquirla le perforó el torso al padre del Flaco y murió, y ellos se salvaron porque el padre alcanzó a ponerlos abajo de una mesa”.
A modo de conclusión, Crexell refiere las sensaciones que le generó hacer esta película, qué fue lo que se encontró a la hora de buscar testimonios y cómo se sintió al terminarla: “Lo primero que surge es que causó tanto dolor que mismo la gente que pudo dar testimonio y demás, es algo que es un capítulo que lo tenían completamente cerrado y olvidado, pero no para ocultarlo políticamente, sino por el dolor que eso causó. Por ejemplo, el flaco siempre había oído que su viejo había muerto de un bombardeo, pero recién a los 60 años se puso a investigar, también había que manejar ese dolor. Y por otro lado, es un acto de memoria, y de verdad, y de justicia también, poder narrarlo sabiendo que eso pasó, y teniendo las pruebas de que eso pasó”.
Ensenada 55 aún no tuvo su estreno formal en salas comerciales. De momento el film se encuentra en etapa de festivales, aunque el director prometió una proyección para todo público antes de fin de año.
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