Hace unas semanas fue hallada sin vida en su casa. En un giro inesperado de la causa, la justicia imputó y detuvo a Fernando Albareda, integrante de H.I.J.O.S Córdoba, como autor material del asesinato de su propia madre
“En realidad es una situación compleja, difícil y de alguna manera muy impactante que se vive en relación a todos los procesos relacionados a derechos humanos, vinculados a los rastros del terrorismo de Estado, de la devastación producida en nuestro país, que a veces parece distante”, reflexiona Ana Mohamed, Decana de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
El fiscal Juan Pablo Klinger imputó a Fernando Albareda, a raíz de las sospechas que surgían sobre el entorno de Susana Montoya, asesinada el 1 de agosto pasado en su casa de Córdoba. El primer indicio fue que los accesos no habían sido violentados. Otra pista fue que la amenaza escrita en la pared acompañada de un mensaje en la pared que decía “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policia”, coincidía con la caligrafía de Albareda, integrante de H.I.J.O.S Córdoba.
“En relación a este acontecimiento en particular y toda la dinámica compleja alrededor, vuelvo a ratificar que nuestro rol, no desde la participación directa en los organismos de derechos humanos, sino como personas, como educadora, es siempre buscar la verdad más profunda que tiene que ver con la esencia de nuestra apuesta a la vida democrática”, considera la entrevistada en Los Mundos Posibles.
“Terrible y tristísimo es pensar la hipótesis de que Fernando haya sido el asesino. Es atroz pensar eso, todo el daño recibido en su vida que termine de esta manera. Sigo confiando en la Justicia aun cuando muchos de sus miembros están sospechados de no producir justicia”, amplía.
Por último, Mohamed deja en claro que quienes forman parte de las organizaciones de derechos humanos “vienen por propia voluntad, sin ninguna remuneración, por un trabajo de solidaridad, no a otra cosa, hay un verso que los organismos se mueven por dinero, esas acusaciones vienen de quienes solo ven la vida manejada desde ese lugar”.
Albareda permanece detenido en la cárcel de Bouwer, es la localidad de Santa María, Córdoba, desde el 8 pasado de agosto.