Con banderas inglesas, pancartas anti-migración e islamófobas manifestantes radicalizados generaron una oleada de disturbios en varios puntos del país. Hubo enfrentamientos contra la Policía y un centenar de detenidos.
Bajo el lema “Enough is enough” (Ya es suficiente), con banderas inglesas, pancartas anti-migración e islamófobas manifestantes de ultraderecha destruyeron ventanas de hoteles que asilan inmigrantes e incendiaron contenedores, generando una oleada de disturbios que sacudió al nuevo Gobierno del primer ministro Keir Starmer.
Todo inicia con la muerte de tres niñas en el marco de una actividad infantil en la ciudad de Southport. El hecho fue confuso y las primeras informaciones daban cuenta de un presunto ataque terrorista, lo que generó diversas movilizaciones organizadas en Liverpool, Hull, Belfast (Irlanda del Norte) y Leeds, que terminaron con enfrentamientos contra la policía.
“La ola de protestas de ultraderecha, se valió de esa desinformación inicial, se dijo que el agresor era un inmigrante musulmán, y lo cierto es que fue un joven de 17 años, originario de Cardiff, de Gales, presumiblemente un desequilibrio mental. Las autoridades descartaron no solo que fuera un terrorista sino que tuviera que ver con alguna organización en esto, no hay nada”, explica Alejandro Palombo, Licenciado en Ciencias Políticas.