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Quiero 24: "Somos una banda de tango y el disco fue pensado desde una banda rock”

El grupo de tango de Valentín Alsina que lleva más de 20 años en escena presenta “Vieja escuela 90”, un trabajo enteramente dedicado a reversionar clásicos del rock nacional.


“Estamos presentando el último disco que se llama ‘Vieja escuela 90’, que es nuestro quinto trabajo y el primero que editamos sin composiciones propias”, cuenta Cristian “Cholo” Castelo, cantor de Quiero 24, uno de los grupos más importantes de la escena del tango contemporáneo. “Veníamos de hacer ‘Sean eternos los placeres’, que nos catapultó a que nos escuchen un poco más y con este disco, creo que dimos otro salto. Ya que viene teniendo bastante aceptación, se está escuchando y nos tiene entusiasmados”, señala en Cacodelphia.

En “Vieja escuela 90” se pueden escuchar temas de los Redonditos de Ricota, Fito Páez, los Fabulosos Cadillacs, La Renga, Divididos, Charly García y Rata Blanca, entre otros. “Resolvimos volver a nuestro tango, que para nosotros son esas bandas y esas canciones que sonaban en aquellos años, en el marco de la desindustrialización y el desguace del tejido social llevado adelante por el menemismo”, explica Castelo, cantante de la banda nacida hace 19 años en Valentín Alsina.


“Hace unos días salió ‘El farolito’ de Los Piojos y van a salir dos temas más para completar el disco que empezamos a presentar en noviembre del año pasado en el Club Atlético Fernández Fierro, estuvimos también en Valentín Alsina y ahora comenzamos una gira por el conurbano”, detalla. Luego de su presentación en La Plata, donde estuvieron en el marco del Ciclo Mistongo, Quiero 24 se presenta en Quilmes, Avellaneda, Morón y Lomas de Zamora.

“Resolvimos volver a nuestro tango, que para nosotros son esas bandas y esas canciones que sonaban en tiempo de desindustrialización y desguace del tejido social llevado adelante por el menemismo”



“Vieja Escuela 90” es un disco atravesado por el sonido rockero, donde el grupo se reapropió de algunas canciones clásicas, que sonaron fuerte en aquella década, donde el rock se hizo masivo. El nuevo material, incluye una versión de “Mujer amante” –de Rata Blanca- con cadencia de vals, “Qué ves” de Divididos y “El final es en donde partí” de La Renga, convertidos en tangos, el clásico de Charly García “Chipi Chipi”, con una sonoridad más candombera y “Matador” –de Los Fabulosos Cadillacs- en ritmo de milonga, entre otras.

Sabíamos que asumíamos un desafío muy grande, porque nos metíamos con canciones muy populares y muy masivas y por eso también las elegimos. Además, son canciones con una idea, unas letras y una puesta en escena, que iban en contra de aquellas políticas que generaron desigualdad y pobreza. En ese sentido es un disco que pensamos de manera conceptual”, dice Castelo sobre el trabajo enteramente dedicado a reversionar clásicos del rock nacional de los años ’90, donde Eva Fiori, asumió un mayor protagonismo. “Eva venía siendo nuestra cantora invitada y en este trabajo canta la misma cantidad de temas que yo y eso nos vino bárbaro”, recalca.

La producción musical del disco estuvo a cargo del guitarrista y compositor Alejandro “Zurdo” Alustiza, quien, además, fue el responsable de todos los arreglos: “Buscamos respetar la esencia de cada tema, pero las llevamos bien en nuestro estilo, que es un sonido meramente tanguero, por eso hay canciones que no entraron”. “Por otra parte, tratamos de hacer artistas que estén vivos y en actividad, por eso no tampoco hay canciones de algunas bandas”, suma.

“Vieja escuela 90” contó con varios invitados entre los que se destacan José María Martínez de “Los Tabaleros”, Ivo Colonna, Pitu Frontera de Los Garciarena, “un referente de la murga porteña” y Dolores Solá. Además, forman parte del disco, Black Rodríguez Méndez, el cantor de La Delio Valdez y de Araca París, “compañeros que conocemos hace tiempo”, el violinista Limay Bartolomei, de la Orquesta Típica La Vidú, el bandoneonista de la Fernández Fierro Manu Barrios y el piano de Daniel Kukerman.

Quiero 24, banda que en el año 2014 fue elegida “Artista Revelación del Festival de Tango de la Ciudad de Buenos Aires”, está integrada por Laura Genlote, en bajo, Gonzalo “Pucho” Rodríguez, en bandoneón, Andrés Jubert, en batería, Alejandro “Zurdo” Alustiza, en guitarra y samplers digitales y la voz de Cristian “El Cholo” Castelo. “Nosotros somos una banda de tango y el disco fue pensado desde una banda rock”, dice. Y explica lo que significó en la década del ’90 formar parte de un concierto de rock: “Para nosotros un recital significaba formar parte de una comunidad, era estar entre hermanos, ir a ver a Los Redondos en los años ’90, era como ir a misa. Además había una confraternidad entre las bandas, todos nos conocíamos. Todos sentíamos que éramos parte de algo, y en el disco buscamos unificar ese espíritu de época con estos tiempos”. “La noche, la juntada, los amigos, la esquina, el barrio, el encuentro en el CondonClú, las canciones y las anécdotas están en esos años, el desafío que asumimos, entonces, fue plasmar algo de aquello en un disco de este tiempo”, suma.

Un mismo idioma

Quienes integran Quiero 24 formaron parte de una generación que creció en compañía del sonido rock de la década del ‘90. “Esas canciones ya contenían un sustrato tanguero. En su poética y en sus giros melódicos podemos encontrar influencias tangueras”, dice el cantante.

Para el músico, los últimos letristas de tango de los años ‘40, esos tipos que a la poesía la pusieron en otro tono, dice influenciaron a quienes en los años ’60, inventaron el rock por estos lados. “Si pensamos que Javier Martínez, Litto Nebbia, Moris y Luis Alberto Spinetta, por ejemplo, están influenciados por esos poetas, entonces, podemos comprender que Charly García y Fito Páez, son una continuidad de esas experiencias”, expresa.

Vos escuchás a Spinetta, a Charly a Fito o a Los Redonditos y podes escuchar una continuación de aquel tango. Porque a partir de un mismo lenguaje expresan una manera de ser. Entonces, quizá alguien, pueda decir ‘este es discepoliano’, y capaz que el tipo nunca supo de Enrique Santos Discépolo, pero absorbió algo de ese decir, de esa manera de contar. Y es que todos hablamos un mismo idioma”, dice finalmente el cantor de la banda que cuenta con cuatro producciones discográficas y más de 600 actuaciones en su haber.

Festival de Tango

Además de producir sus distintos trabajos discográficos, editarlos y armar sus presentaciones, Quiero 24 organiza el Festival de Tango de Valentín Alsina, donde dan cuenta de la vitalidad, la originalidad y la vigencia, de ese movimiento artístico, surgido con fuerza en los primeros años del nuevo milenio.

“Hacemos lo que podemos, en un territorio complicado. Pudimos hacer diez festivales, desde el 2012 que fue el primero, luego por la pandemia estuvimos dos años sin hacerlo y este año ya estamos hablando con el municipio, quienes reconocen nuestro trabajo, para organizar una nueva edición”, recorre Castelo.

“En octubre estamos pensando realizar una nueva edición del Festival, que comenzamos a pensar cuando Macri hablo del tango como la soja porteña. En ese tiempo para aprovechar el turismo decidieron cambiar la fecha del Festival de Tango de Buenos Aires, que antes se hacía en febrero y lo trasladaron al mes de agosto. Entonces, para que la gente vaya a ese festival, en ese tiempo, clausuraban todo lo que tenía que ver con el tango y de ese modo dejaron un montón de expresiones afuera, una locura propia del macrismo”, repasa.

Cambiar el cronograma del Festival de Tango de Buenos Aires, con el objetivo de cautivar a visitantes extranjeros en detrimento del público local, generó el nacimiento de muchos festivales que buscaron dar cuentas de las distintas expresiones tangueras. “Antes que nosotros, había comenzado el Festival de Tango Independiente que lo organizaba Pablo Bernaba con Ildefonso Pereyra y Germán Marcos, que estaba buenísimo, después nació el Festival de La Boca, organizado por el Quinteto Negro, el de Alsina que hacemos nosotros y el de Boedo”, explica.

“Además del Festival que realizamos de manera independiente, nosotros organizamos ciclos, conciertos y tenemos también un proyecto para chicos de escuelas primaria, donde contamos la historia del tango, de los inicios hasta hoy”, relata el líder de la agrupación que en el 2021, a partir de una ley que se habilitó durante el gobierno de Alberto Fernández, se conformó con cooperativa cultural.

“Ese año -y a partir de esa iniciativa- con el grupo nos hicimos cooperativa, un camino que también siguieron La Delio Valdez, la Fernández Fierro y la Bersuit, que ya venían laburando en forma cooperativa”, detalla. “Trabajar a partir de una cooperativa nos sirvió para poder facturar los trabajos que realizamos, conseguir subsidios, entrar a programas provinciales y nacionales y pagarle a todos los músicos que formaron parte del último festival, algo que antes nos costaba un montón. A partir de esta iniciativa hacemos valer también, nuestro trabajo ya que nos autopercibimos como trabajadores de la cultura”, destaca.

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