Diputados de La Libertad Avanza presentaron un proyecto para modificar la normativa y disminuir la edad a 12 años. “La frase ‘a delito de adulto pena de adulto’ es peligrosa, porque se subestiman demasiado las consecuencias de las problemáticas sociales”, asegura el juez Rodrigo Morabito.
“Es un tema recurrente porque vende, porque capta votos, genera popularidad. Hoy salir a decir que hay que meter preso a toda la gente que comete alguna transgresión, más allá de ser absolutamente demagógico, vende en los medios”, reflexiona Rodrigo Morabito, juez de Cámara de Responsabilidad Juvenil de Catamarca.
En conversación con Los Mundos Posibles, remarca que “si te ponés a observar hay cuestiones de algunas normas o el ordenamiento jurídico interno, es imposible de sostener y la baja de la edad de punibilidad es una de ellas, sumado a que nos tienen acostumbrado a sancionar leyes que posteriormente no superan un test de constitucionalidad”
Sobre ciertos lugares comunes, como la frase repetida en los medios de “a delito de adulto pena de adulto", el docente asegura que "es una frase claramente peligrosa, porque se subestiman demasiado las consecuencias de las problemáticas sociales, muchas personan creen que a la cárcel van solo los delincuentes, muchas veces no es así, puede ser cualquiera que cometa una transgresión”.
El proyecto presentado por un grupo de 7 diputados de la Libertad Avanza contempla penas de hasta 15 años para aquellas personas que tengan 12 años o más.
“El tema sigue vendiendo porque no se modifica de una vez por todas el sistema penal juvenil acorde a los estándares internaciones de derechos humanos, porque no hay consenso para bajar la edad, que no es una cuestión pura del gobierno nacional o el partido libertario. Ha sido propuesto por gestiones anteriores siempre que ocurre algún hecho de trascendencia mediática se trata el tema”, recuerda Morabito.
“El delito es consecuencia de los malos hábitos que puede tener una sociedad, se llevan el televisor de un vecino y se lo venden a otro en el mismo barrio que lo compra. El delito termina siendo una especie de oferta y demanda”, concluye el juez.
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