"No quiero tener una mirada juiciosa ni punitiva, pero la película es crítica. Abogué a generar preguntas y que la gente se quede conversando", cuenta Lucía Lubarsky, directora de El silencio de los hombres.
Lucía Lubarsky estaba ideando una película en torno cómo 3 varones vivían sus masculindades de maneras diversas. Pero la pandemia cambió su proyecto inicial y descubrió que había algo de su trayectoria personal que quería sumar a ese relato. Comenzó a preguntarse sobre su familia, la paternidad de su hermano, en archivos familiares, recuerdos de su infancia y en las cadenas de mandatos de hombres cercanos. Así surgió su primer documental: El silencio de los hombres.
Para el rodaje entrevistó a más de 30 varones de entre 8 a 80 años y cruzó esas historias con las de su padre y su hermano. ¿Qué mandatos cargan los hombres? fue una pregunta clave en este trabajo. En este proceso también fue clave un laboratorio de formación brindado por DAC (Directores Argentinos Cinematográficos). "Tenía inquietudes más política, cómo nos estaban atravesando los feminismos y qué lugares tenían los varones en todo eso", cuenta.
"Hay algo muy vinculado con el tabú, con la vulnerabilidad, con hablar del sexo en términos cualitativos y no cuantitativos y lo que no sé del tema. Creo que la masculinidad es una mala utopía, algo que nunca se puede conseguir. Algo que se repetía todo el tiempo es la competencia en todos los momentos de la vida. esa cuestión de ir midiéndose hace que uno nunca se pueda abrir o vulnerarse", explica la directora. "Siento que el género -tanto para los varones como para las mujeres- es un dispositivos de poder que dejan a muchos/as afuera", agrega.
"Muchas veces el miedo opera como forma de control patriarcal. Estas formas de control social van operando de forma tácita e inconsciente y a veces como un mandato intragénero. En la adolescencia y en la niñez, donde todo el tiempo se están probando como `el varón que hay que ser` y eso es algo que hay que ir desensamblando", reflexiona Lucía en diálogo con Falsa Modestia.
La película, estrenada en 2023, ya recorrió distintas salas del país con más de 50 proyecciones y recientemente fue seleccionada para participar de la 10ma edición de Censurados Film Festival (Perú). También fue finalista en el Premio San Sebastiane, que rescata largometrajes latinoamericanos que representan la defensa de los derechos LGBTIQA+. "No quiero tener una mirada juiciosa ni punitiva, pero la película es crítica. Abogué a generar preguntas y que la gente se quede conversando", aclara.
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