por Frank Sarmiento Cortez
Oxapampa, 14 de septiembre
Querida mamá:
Te escribo esta carta mientras pienso en nuestro sueño compartido de tener algún día una casa juntos frente al mar. Sé que ha sido un largo camino llegar hasta aquí, y a veces parecía que ese sueño nunca se haría realidad. Pero ahora, estoy tan emocionado porque finalmente estamos tan cerca. Puedo imaginarlo tan claramente, despertar todas las mañanas con la brisa del océano y el sonido suave de las olas. Salir a nuestro amplio balcón a tomar un café mientras vemos los pelícanos y gaviotas volar. Caminar descalzos por la arena suave, sintiendo la espuma fresca del mar en nuestros pies. Sentarnos viendo la puesta de sol, con sus cálidos tonos dorados y púrpuras.
Cierro los ojos y puedo imaginarlo claramente nuestra enorme casa de estilo costero, pintada de colores suaves que combinan perfectamente con la naturaleza. El blanco brillante de las paredes que siento que evocaría la pureza del mar y el azul intenso de las ventanas reflejando el inmenso océano que nos espera. Imagino una terraza espaciosa, donde nos sentaremos juntos con la familia a contemplar las olas mientras el sol se pone en el horizonte con tonos naranjas y rosados.
En nuestro interior, el amor en cada detalle se apoderará del ambiente. Nuestra casa respirará vida y calidez. Una sala de estar acogedora, donde las risas rebotarán en las paredes y los abrazos se volverán infinitos. Una cocina llena de aromas deliciosos, donde compartiremos momentos preciosos preparando nuestras comidas favoritas con mis hermanos. Me visualizo estudiando en mi habitación, rodeado de libros y recuerdos que nos traen felicidad.
Pero lo más emocionante, mamá, serán los momentos que pasaremos juntos en nuestra casa frente al mar. Imagina despertar cada mañana con la brisa marina acariciando nuestro rostro mientras el sonido de las olas nos arrulla suavemente. Compartiremos desayunos mientras el sol asoma tímidamente por detrás del horizonte y nuestros corazones se llenan de gratitud por la vida que por fin tenemos. Los días de playa estarán llenos de diversión y risas, donde construiremos castillos en la arena y cazaremos camarones y langostinos de mar. Y las noches, mamá; las noches serán mágicas. Nos sentaremos en nuestra terraza bajo un manto de estrellas, contando historias y experiencias que vivimos para poder llegar hasta aquí.
En nuestra casa soñada, mamá, encontraremos refugio y armonía. Será el hogar en el que siempre nos sentiremos seguros y amados. Será un lugar donde los recuerdos se tejerán en cada rincón, y donde la felicidad se respirará en el aire, impregnando nuestras vidas. Juntos exploraremos esta ciudad con vista al mar, dejando nuestras huellas como testimonio de nuestro cariño y nuestras aventuras.
Aquí estoy, mamá, soñando contigo y con este lugar especial que deseamos llamar nuestro hogar. Nunca olvides que eres mi refugio, la persona que da sentido a mi vida y mi mayor inspiración. Siempre estaré agradecido por el amor incondicional que me brindas. Espero con ansias el día en que podamos hacer realidad este sueño, construyendo nuestro nuevo nido junto al mar.
Con todo mi amor,
El inconforme
